El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha celebrado un juicio este martes por un delito contra la salud pública que tendrá su continuación el próximo 18 de diciembre con la testifical del forense para conocer la imputabilidad o no del acusado.
El letrado de M.L.H. ha presentado una serie de documentos para acreditar que su representado sufre trastorno de personalidad y que afecta a su capacidad cognitiva.
Una prueba que se practicará en dos semanas, pero este martes se ha celebrado las demás testificales. La Fiscalía pide por un delito contra la salud pública agravada por uso de menor de edad la pena de 4 años de prisión, así como al pago de una multa de 1.700 euros.
Los policías nacionales que han testificado este martes han declarado que recibieron una llamada de la Sala alertando de que una trabajadora de Trace (ahora Servilimpce) estaba denunciando que unos jóvenes le estaban tirando naranjas mientras trabajaba.
Una vez llegados a la barriada de Zurrón, pudieron hablar con la trabajadora quien les indicó por dónde se habían ido estos jóvenes. La Policía Nacional consiguió dar con ese grupo en el que se encontraba el acusado y un menor que portaba droga en una chaqueta que decía ser de su propiedad.
“El menor, una vez fue detenido, declaró que la droga era del acusado y que tenía más cosas, pero que no había hablado por miedo y que se la daba a él porque era menor y así no le pasaba nada”, se ha narrado.
Versión idéntica
Una versión idéntica ofrecida por todos los policías nacionales que además detallaron que el menor les señaló que lo utilizaba para que vendiera esa droga y se llevara un beneficio. “El menor empezó a llorar y dijo que el adulto lo utilizaba para guardar la droga porque a él no le iban hacer nada”, se explicó en sala.
La declaración de los policías nacionales fue corroborada por el menor que quiso ser muy claro: “La droga no era mía. Mi primo (por el acusado) me pidió la chaqueta y me metió la droga. Una vez llegó la policía y dije que la chaqueta era mía, él me miró y me dijo que me autoculpara, que a mí no me iba a pasar nada”.
Además, el menor señaló que “él no iba a mentir” y que hasta el abogado del acusado le ha insistido en varias ocasiones para que mintiera. “Me pidió que dijera que la droga era mía, que estaba en mi chaqueta y que me iba a comer el marrón de todas formas. Además familiares del acusado me han pedido que declare a su favor y me dan dinero. Pero no voy aceptar algo que no hice”.
"Nosotros lo mantenemos como si fuera un niño chico"
La madre del acusado ha declarado que su hijo no tiene relación ninguna con el menor y que era imposible que la droga fuera suya. “Él no está bien, nosotros lo mantenemos como si fuera un niño chico. Hemos tenido que llevarlo hasta a psiquiátricos, como en Chiclana, y de ahí se escapó.
Además, la madre del acusado, señaló que su hijo ha sido “drogadicto toda la vida” y que siempre ha vendido lo que sea para comprar drogas.
El último en declarar ha sido el acusado que ha negado en todo momento que él introdujera la droga en la chaqueta del menor. “Yo ni estaba con él. Apareció con otros menores porque por lo visto estaban tirándole naranjas a la gente que pasaba por el barrio”.
“Soy muy conocido por la policía y todo lo que pasa siempre es mi culpa. Pero te lo juro que esta droga no es mía. Desde que murió mi hermano he estado enganchado a la droga y si hubiera sido mía habría aceptado la conformidad”, ha señalado resignado.
Ha insistido en que fueron los propias policías los que le aconsejaron al menor que lo culparan a él para así salir libre. “No he cometido ese delito, este niño (por el menor) no está bien de la cabeza y me quiere echar las culpas a mí de algo que no he hecho”.
El juicio se tuvo que suspender hasta la testifical del forense que tendrá lugar el 18 de diciembre.