La magistrada titular del
Juzgado de lo Penal Número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un
juicio por el que al llamado M.T. se le acusa de un delito contra la salud pública. El Ministerio Fiscal, tras las versiones del acusado y los testigos, ha solicitado que se le imponga una pena condenatoria de 3 años y 6 meses de cárcel, mientras que la Defensa ha reclamado la libre absolución de su representado.
El suceso al que se ha hecho referencia en este juicio tuvo lugar el pasado 6 de octubre. Una persona fue detenida en una moto de agua porque según relató la Guardia Civil transportaba una boya en la que contenía 12 kilos y medio de
hachís. Los testigos han relatado que sobre las 19:10 horas el acusado salió del Puerto Deportivo dirección a la Bahía Sur con la mercancía. Debido a la circunstancias de Ceuta y la problemática de las motos de aguas fueron avisado de este hecho y tanto desde la torre de control como desde el punto en tierra de vigilancia en el Tarajal empezaron a seguirle. El agente que se encontraba en la torre de control relató cada movimiento del acusado. M.T., según la Guardia Civil, empezó a merodear la zona de la Almadraba y se le apreció un bulto naranja que resultó ser la boya que contenía droga.
El acusado empezó a acelerar hasta la orilla donde le esperaba otro individuo en una moto. Los agentes que estaban en tierra salieron rápido en su búsqueda y el conductor de la moto huyó de inmediato del lugar pero no pudiéndose llevarse la boya donde se encontraba la droga. Los agentes en tierra dieron el aviso de que se detuviera al conductor de la moto de agua. Ahí es cuando entraron en acción los agentes del Servicio Marítimo, que entre la zona de la Almadraba y Juan XXIII, consiguieron darle el alto y poder identificarlo para proceder a su detención. El acusado, por su parte, niega estos hechos y ha explicado ante la juzgadora que él solo quería probar su moto de agua que llevaba estropeada desde el pasado verano. Además, ha insistido en que no era la única moto de agua que se encontraba en el lugar, una versión muy diferente a los agentes de la Guardia Civil que aseguran que era la única que se encontraba navegando a esas horas. Tras la versiones de los hechos, el Ministerio Fiscal siguió acogiéndose a las versiones de los agentes y dando veracidad a lo relatado. Por eso además de la condena de prisión, le pide una multa de 63.825 euros, cantidad en la que fue valorada la droga decomisada. La Defensa, por su parte, pide la libre absolución de su representado poniendo en jaque la declaración de los testigos ya que, según ha explicado, ha habido contradicciones en las declaraciones.