El titular del
Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio por un delito de apropiación indebida.
Tras escuchar las declaraciones de los testigos, el
Ministerio Fiscal siguió con su escrito inicial y solicitó la pena de
12 meses de prisión para la acusada, así como al pago de 1.299 euros como responsabilidad civil.
El juicio se celebró a pesar de la ausencia de la acusada, que estaba perfectamente citada. Al no exceder la pena de dos años de prisión, todas las partes pidieron la celebración de la vista.
Los hechos ocurrieron en noviembre de 2020. Según los testigos que declararon en la vista, que siguieron la misma línea, la acusada contactó con ellas para convertirse en comercial de la venta de
thermomix. El 20 de noviembre de 2020 firmó un contrato con la agencia Vorwerk España, por el cual la acusada se comprometía a la venta de dichos productos. Una de las testigos explicó que se le hizo esa entrega condicionada de una thermomix valorada en 1.299 euros, la cual se efectuó como demuestra un albarán de Seur.
En dicho contrato se estableció que si en un plazo de 3 meses no hacía una venta de 6 máquinas, el contrato se resolvería de manera automática, debiendo proceder de manera inmediata a la devolución de la máquina que había recibido o bien proceder al abono del importe de su valor.
Una de las testigos indicó que todos los trámites se hicieron telefónicamente, ya que por culpa de la pandemia no se hacía presencialmente, y fue lo que aprovechó la acusada para quedarse con la máquina y no dar más respuestas. Una vez entregada, tenía que haber hecho una entrevista con la comercial de Ceuta para que le hiciera una demostración, pero ya la acusada no dio más señales “ni respondió a nuestras llamadas”.
En el escrito de conclusiones, el Ministerio Fiscal pidió sentencia condenatoria. Ha señalado que los hechos ocurrieron en plena pandemia y que por eso los trámites se hicieron telefónicamente. Asimismo ha declarado que la acusada se aprovechó del momento, “se ocultó para no ser juzgada”, y que lo sigue haciendo ya que no ha aparecido en la vista judicial. “Se aprovechó porque sabía que la entrevista se hacía después de recibir la máquina”, relató. La Defensa pidió la libre absolución de su representada. A su juicio no quedó acreditado que su representada recibiera la máquina, ya que las denunciantes nunca verificaron si la acusada era la persona que recibió la máquina.