Decenas de manifestantes se concentraron este sábado en el centro de Rabat para reclamar la libertad del periodista Omar Radi, encarcelado desde el jueves a la espera de ser juzgado por un tuit en el que criticaba a la justicia.
Periodistas y activistas defensores de derechos humanos se congregaron frente a la sede del Parlamento para denunciar el arresto de Radi y denunciar el retroceso de la libertad de expresión en Marruecos.
"El pueblo quiere la libertad del preso político" fue uno de los lemas coreados durante la concentración, convocada por el Comité de Solidaridad con Radi, formado ayer para defender al reportero detenido.
Radi, periodista independiente de 33 años, fue arrestado el pasado jueves tras ser acusado por la Fiscalía de "insultar a un juez" a raíz de un tuit que publicó en abril en el que criticó las sentencias en apelación contra los activistas rifeños del Hirak, movimiento de protestas sociales que estalló en 2017 en el Rif.
La próxima audiencia del juicio de Radi se celebrará el 2 de enero en el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca, a 100 kilómetros de Rabat.
La detención de Radi desató una ola de indignación social entre personalidades del país, activistas de derechos humanos, periodistas y ONG nacionales e internacionales que reclamaron su libertad.
El Sindicato Nacional de Prensa consideró "inaceptable" que Radi fuese procesado por el Código Penal y no por el Código de Prensa, que no contempla penas de privación de la libertad.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras y Human Rights Watch exigieron la "liberación inmediata" de Radi.
Las redes sociales se llenaron de fotos y mensajes de solidaridad con el periodista detenido bajo el hashtag (#FreeOmarRadi) y (#Freekoulchi o libertad para todos), en referencia a otras personas que fueron juzgadas este mes por su activismo en las redes.
La detención de Radi se produjo el mismo día en el que el youtuber Mohamed Sekkaki, conocido por el nombre de "Moul Kaskita", fuese condenado a cuatro años de cárcel y a pagar una multa de 40.000 dirhams (unos 3.600 euros) por "injurias al pueblo marroquí y a sus instituciones" y por "ofensa al rey" Mohamed VI tras la publicación de un vídeo crítico en su canal.
Otro activista será procesado el próximo lunes en Jenifra (centro de Marruecos) por "ultraje a la bandera nacional" a raíz de un comentario publicado en Facebook.
Hace un mes, un rapero fue condenado a un año de cárcel por un tribunal de la ciudad de Salé, vecina a Rabat, por un vídeo colgado en las redes sociales en el que insultaba a la policía, aunque varias ONG vincularon su condena a su aparición en un clip musical en Youtube en el que criticaba al monarca.