El proyecto de Ordenanza Municipal Reguladora de la futura Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que Ceuta debería tener implantada en verano ha superado el trámite de consulta pública con el registro de únicamente dos observaciones en las que se reclama que se articulen exenciones al cumplimiento estricto de sus limitaciones para los vehículos de las Fuerzas de Seguridad o de vigilancia privada y para los dedicados a labores de carga y descarga.
Esas son las dos únicas alegaciones que se ha presentado a un documentado que permaneció casi todo el mes de febrero abierto a la recepción de sugerencias y aportaciones por parte de la ciudadanía.
El Ejecutivo local considera que la necesidad de la norma “viene derivada de una exigencia no sólo legal sino también real”.
El abanico de decisiones que contempla adoptar el Gobierno de la Ciudad va desde restringir el acceso de los vehículos altamente contaminantes a algunas áreas de Ceuta o durante ciertos periodos del día hasta poner en marcha incentivos fiscales y ayudas económicas para favorecer el uso y compra de automóviles eléctricos o de bajas emisiones.
Fomentar el uso del transporte público y del ciclismo, incidir en la peatonalización de espacios públicos o lanzar campañas de concienciación sobre los beneficios de contaminar menos son otras de las medidas que el área que dirige Alejandro Ramírez tiene sobre la mesa.
La consejería contrató hace un año a la consultora Tool Alfa (especializada estudios de mercado, gestión, economía y planificación en el ámbito de la movilidad, la accesibilidad, los transportes, el tráfico y otras áreas afines) para ayudar a la administración a definir “los aspectos técnicos, jurídicos y de cualquier otra índole que permitan definir el proyecto de la ZBE de Ceuta, así como del proceso sociopolítico para la aprobación de dichas condiciones y la elaboración, para su posterior aprobación, de la Ordenanza que respalde su implantación”.
La empresa terminó a principios de año su sondeo a “todos los agentes sectoriales que tienen que ver con el tema”, como la Policía Local, Urbanismo, Medio Ambiente...
Casi un kilómetro cuadrado con limitaciones
El documento de desarrollo del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Ceuta propone el establecimiento de una Zona de Bajas Emisiones de 0,7 kilómetros cuadrados que abarcaría todo el centro de la ciudad, desde Puertas del Campo hasta San Amaro.
El perímetro no quedaría afectado por la normativa aplicada “siempre y cuando no se introduzcan en el viario interior”.
Esa excepción se justificaría por “los condicionantes geográficos y la estructura viaria existente en el sector oriental de la ciudad”, recomendándose los desplazamientos a la fortaleza o al cementerio de Santa Catalina por Compañía del Mar.