Dos años de prisión y 900 euros de multa es la pena a la que se enfrenta N.K. por un delito de robo con violencia que tuvo lugar el 15 de enero de 2013 cuando el acusado abordó a dos personas y, tras rociarle con un spray pimienta y amenazarles con un cuchillo y un dispositivo de descargas eléctrica, les exigió que le entregaran todo lo que portaban. Ambos lograron huir dando aviso a la Policía que realizó una batida por la zona aunque sin localizar al acusado el cual declaró que, si bien en esa época sufría drogodependencia, negó ser el autor de los hechos.
Por su parte, las dos víctimas dudaron sobre cómo se produjo el suceso alegando que habían transcurrido varios años y se mostraron dubitativos sobre la autoría de N.K., al cual tampoco recordaban como la personas que les agredió e intentó robar ese día.