Diez horas de vista en la Audiencia contra el consejero delegado de ‘Alminatour’ l Los hechos, de 2009.
Tras finalizar el mes de agosto de 2009, A.L.D.R., un empresario que ejercía de consejero delegado de ‘Viajes Alminatour’ y que era, en realidad, el hombre más poderoso de esta agencia, pudo quedarse con todo el dinero que ganó de la venta de billetes de pasajes, sin que integrara el importe a Euro Ferrys, naviera a la que debía de pasar el total, excepto una comisión del 7 por ciento, según un acuerdo verbal o por escrito –no quedó claro–. El importe de la deuda ascendería a 251.624, 71, pertenecientes a la mencionada empresa de transporte marítimo.
Sobre este escenario de hipótesis y de posturas opuestas entre Acusación Particular y Ministerio Fiscal por un lado, que solicitan para el acusado una pena de 4 y 2 años de prisión respectivamente por un delito de apropiación indebida continuado, además de que satisfaga la deuda contraída y pague una multa, y de Defensa por el otro, que pide la libre absolución de A.L.D.R., bailó la extensa vista oral celebrada en la jornada de ayer –duró nueve horas y cincuenta, entre sesiones matutina, vespertina y nocturna– en la Sala de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, si bien, en honor a la realidad, el juicio, tras un fallo informático a primera hora, se tuvo que celebrar en la Sala de lo Penal, en frente de la mencionada. Esta avería provocó una demora inicial de una hora y ocasionó el malestar del tribunal.
En la primera declaración de la sesión, la concerniente al acusado, hubo, de entrada, una sorpresa: no sólo defendió su inocencia sino que, además, pasó al ataque asegurando que quien le sienta en el banquillo –Euro Ferrys– le debía a él 116.000 euros, “según mis cuentas”. “¿Fue usted, entonces, al juzgado a plantar una denuncia?”, le preguntó al respecto el Ministerio Público: “No”, se limitó a responder A.L.D.R., quien, al hilo de este extremo, pero ahora ante el letrado de la Acusación Particular, aseguró: “Yo aquí me estoy jugando la vida”.
¿Cómo es posible, pues, una percepción tan diferente de unos mismos hechos? Tomó entonces el protagonismo, sin que ya lo abandonara hasta la noche, las comisiones que debía recibir la agencia de viajes, dinero que fluctuaría según la época y la introducción de conceptos, tales como el denominado en el argot como ‘Flip’, que sería el dinero que le correspondería pagar y/o recibir según la venta de billetes: “Es decir”, explicaría el delegado de zona de Euro Ferrys, en sintonía al respecto con el grueso de los testigos, “que por un billete de treinta euros, podría corresponder dos o tres o cuatros euros, o lo que se acordara”.
Sobre las cuentas, como ya se ha apreciado, se arrojaron resultados dispares: de la deuda que todos los indicadores le señalaron al acusado –Ministerio Fiscal, Acusación Particular, la ejecutiva de Euro Ferrys que desfiló por la sala y uno de los dos peritos–, al ataque de la defensa: ‘el que debía de recibir dinero era él’. No obstante, esta última circunstancia tuvo en contra el peso de casi todas las declaraciones que se escucharon ayer: “El acusado en numerosas ocasiones nos reconoció la enorme deuda que tenía con nosotros”, dijo la cúpula de Euro Ferrys, “nosotros le dimos oportunidades, nos decía que nos iba a pagar con unos pisos que tenía en Algeciras o Málaga, o con otros terrenos… pero todo era una patada hacia adelante, un ganar tiempo, un no pagarnos nunca”, señaló el delegado de zona de la empresa de transporte, coincidiendo con todos y cada uno de sus compañeros. Además, pronunció una de las frases más severas de la sesión, una de esas sentencias que suenan a película americana: “El acusado era, por sus deudas, un viejo conocido del Estrecho”.
Incluso, en este sentido, cabe destacar que el acusado no encontró mucho apoyo en los testigos que su parte presentó como pruebas: “Nunca me dijo que Euro Ferrys le debía dinero, más bien se sabía que era al revés”, señaló otro colega del sector, quien también trabajaba con la empresa denunciante, y quien calificó su relación con A.L.D.R. como de “amistad”.
De los ‘informes sesgados’ a los ‘acuerdos verbales’
El acusado, sin antecedentes penales, consejero delegado de la agencia de viajes ‘Alminatour’, con domicilio social en Ceuta y dedicada a la venta de billetes y pasajeros de barco, “en el ejercicio de tal actividad”, como estima el Ministerio Público, “concertó el 24 de febrero de 2006 con la compañía Euro Ferrys un contrato de agencia por el cual el acusado se obligaba a la venta de billetes de pasaje de buques de dicha empresa, y a reintegrar a la compañía de transporte el importe de la venta de los mencionados billetes, una vez descontado el transporte de la comisión que ascendía al 7 por ciento del precio de la venta fijados por el desempeño de su actividad”. “El acusado”, sigue estimando esta parte, “con ánimo de ilícito beneficio, desde el 1 de agosto hasta el 31 de agosto de 2009, procedió a la venta de billetes de pasaje de la referida compañía y no reintegró el importe de las ventas realizadas a la compañía naviera, apoderándose de un total de 251.624,71 euros pertenecientes a la compañía de transportes”.
Éste será, en suma, el hilo conductor sobre el que base su petición de condena –de dos años de cárcel, multa e indemnización– el Ministerio Fiscal en la segunda y última sesión de este juicio, petición similar a la que efectúe la Acusación Particular, si bien esta parte elevará la solicitud de prisión a cuatro años.
La Defensa, por su parte, pedirá la libre absolución de su representado al entender que es inocente, que obró con buena fe y que la empresa de transporte ocultó porcentajes que se le debía de abonar a A.L.D.R., apoyándose para ello, y entre otras cosas, en que Euro Ferrys pudiera haberse beneficiado del esfuerzo de ‘Alminatour’ y no haber correspondido con dinero alguno: “Y ahí están los billetes a coste cero –los de los militares, por ejemplo– o las bonificaciones de los residentes”, dijo la Defensa, señalando que todos esos beneficios aportados por el Ministerio de Fomento a Euro Ferrys nunca redundaban en su cliente, pese a que pudiera mediar algún tipo de acuerdo, “aunque fuera verbal”. Sobre la presunta ganancia a costa del encausado, la Defensa aportó más: “A.L.D.R. llegó a tener una oficina en Bruselas, dado el volumen de turistas que traía en autobuses y que cruzaban el Estrecho gracias a su trabajo”.
Por último, y respecto a los peritos, cabe señalar que si uno de ellos dio credibilidad a las cuentas realizadas por Euro Ferrys, su colega, aportado por la Defensa, presentó un informe tendente a dar consistencia a la versión del acusado, si bien, tras las preguntas del Ministerio Fiscal y de la Acusación Particular, llegó a reconocer que “es posible que mi informe tenga fallos”. “Que esté sesgado, vamos”, replicó, contundente, el letrado acusador.
