Un año de cárcel es la pena a la que se enfrenta N.I., acusada de un delito contra los derechos de los extranjeros, cuando el 4 de diciembre del pasado año al pasar la frontera la Guardia Civil encontró a un inmigrante oculto en el maletero.
En su defensa la acusada argumentó que ese día había gran acumulación de coches y que el hecho de que su maletero estuviera roto y pudiera abrirse sin llave facilitó el acceso de esta persona para pasar oculto en su vehículo.
Esta declaración fue corroborada por una testigo que el día de los hechos presenció desde su coche, en el que esperaba para cruzar a nuestra ciudad, como una persona se introdujo en el maletero del coche de la joven sin que ella se percatara de ello. El mismo testimonio presentó el joven que se escondió en el coche en la declaración que fue leída por el Ministerio Fiscal. El inmigrante reconoció que actuó así después de que varios amigos, que también intentaban el pase a Ceuta, le instaran a ocultarse ya que ellos, al tener una estatura más elevada, no podían introducirse con facilidad en el habitáculo.
El testimonio del agente de la Guardia Civil que intervino en la frontera confirmó que el maletero estaba roto y que dos personas se acercaron a corroborar que vieron al inmigrante introducirse, aunque solo una de las testigos declaró en la vista oral celebrada ayer en el Juzgado de lo Penal número 1. El juicio quedó visto para sentencia.