La recurrente fantasía de cualquier niño es la del juguete que toma vida para ser el amigo fiel que nunca falla, que te da la razón en todo, vive innumerables aventuras a tu lado como devoto escudero dejándote el protagonismo y que puedes guardar en un cajón o meter en tu cama para que te proteja de los truenos bajo la sábana.
Pero, ¿y si deja de ser una fantasía y se convierte en realidad? Esa es la tremenda suerte que corre el personaje que interpreta Mark Whalbeg, cuando a los siete años pide con todas sus fuerzas tener alguien que le haga el caso que el resto de los niños no le hacen, y el resultado es Ted, un osito de peluche humanizado y cómplice con el que crecer. El problema viene cuando Johnny (Whalberg) se hace mayor y sus responsabilidades le obligan a “dejar de jugar”, con el agravante insalvable del peor enemigo del mundo del amigote, aunque éste sea de peluche… ¡la novia!, interpretada por Mila Kunis (Cisne negro, Con derecho a roce, Max Payne 2); y eso que el personaje de Kunis se aleja con habilidad del cliché y es mucho más comprensiva de lo que puede uno imaginar a priori.
Ya me dirán si no anda Hollywood desesperado de ideas para siquiera pensar en producir una película con semejante soplagaitéz de argumento, que no parece serio ni siquiera tratándose de la comedia cafre que tenemos ahora en pantalla, pero el caso es que una vez pasado inexplicablemente el filtro de la aprobación por parte de los señores de la pasta (influye que uno de ellos sea Seth MacFarlane, el mismo realizador de la obra y nombre con reconocido éxito en su televisiva Padre de familia), la cinta en sí es efectiva, tiene mucha gracia de hecho en buena parte de su metraje y hace pasar un distendido rato olvidando un poco el mundo real, que hace falta.
Los ácidos diálogos y las situaciones harto brutas sin llegar (casi nunca) al mal gusto, marca de la casa del realizador aportan frescura y hacen soltar más de una (y de dos) risas allá en la butaca de cine. El propio director/productor/guionista se encarga de poner en su versión original la voz a Ted, el osito que ostenta el verdadero protagonismo del asunto, personaje en el que la labor de animación digital es más que buena, ya que el proceso de captura de movimiento aporta al peluche emociones y expresiones de una dificultad evidente. Y hablando de dificultades, seguro que no ha sido nada sencillo para los dobladores a nuestro idioma sustituir bromas y referencias localistas por el equivalente hispano, que a veces quedan bien, y otras rechinan lo suyo, tanto como el prescindible malo de opereta que interpreta Giovanni Ribisi. Una recomendación: absténganse los insensatos de llevar al niño pequeño a verla por el tema del peluche, ya que no es un trabajo para público infantil.
Nos encontramos pues ante una producción que ni será ni opta a ser la película del año (ni siquiera la el verano con Christopher Notan y su Batman de por medio), pero para las alturas de curso cinematográfico, no supone un mal entretenimiento, bastante mejor de resultado del que el prejuicioso (con todo el fundamento del mundo) espectador pueda imaginar.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Seth MacFarlane
DURACIÓN: 106 minutos
INTERPRETES: Mark Wahlberg (John Bennett), Mila Kunis (Lori Collins), Seth MacFarlane (voz de Ted), Patrick Warburton (Guy), Giovanni Ribisi (Donny), Joel McHale (Rex), Matt Walsh (Thomas), Jessica Barth (Tami-Lynn), Norah Jones (ella misma), Laura Vandervoort (Tanya). GUIÓN: Seth MacFarlane, Alec Sulkin y Wellesley Wild; basado en un argumento de Seth MacFarlane
PRODUCCIÓN: John Jacobs, Seth MacFarlane, Scout Stuber y Jason Clark
MÚSICA: Walter Murphy
FOTOGRAFIA: Michael Barrett.
MONTAJE: Jeff Freeman Company Spain.
DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Stephen J. Lineweaver
VESTUARIO: Debra
Puntuación: 6
corleonne76@yahoo.es