La presión ejercida en la
frontera de Ceuta con
Marruecos tiene un efecto demoledor entre los ciudadanos que viven de este comercio atípico y a los que se les acumulan los problemas porque llevan
un mes sin poder llevar sustento a sus hogares. “Llevan un mes sin ganar dinero para poder comer”, denuncian. Comer, pagar alquiler, agua, luz... Hombres y mujeres que vivían de esto y que ganaban lo básico para seguir permaneciendo en sus hogares manteniendo a sus familiares.
Hoy todo esto ha cambiado. Ni siquiera se les deja permanecer en el lado marroquí para entrar en Ceuta y sacar algo de mercancía. Alguna que otra avalancha provocada en Tarajal sirve para intentar sacar algo si se salva de las medidas de control que ejerce Marruecos en su lado y que se basan en el decomiso de los materiales.
Esa situación de presión social ha hecho germinar un movimiento que amenaza con manifestaciones este mismo martes y en jornadas venideras, para lo que han sido alertadas las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes. A esta situación se suman los últimos coletazos laborales del temido Tarek, el agente fronterizo que va a ser trasladado a Tánger y al que señalan como uno de los causantes del bloqueo fronterizo debido a los decomisos masivos de mercancía que lleva a cabo o sus roces con agentes de la Policía española.
Las tensiones entre uno y otro lado se plasman en situaciones adversas como las que se viven casi a diario en el espacio fronterizo. Ejemplos hay varios: como las diferencias de entendimiento entre agentes de uno y otro lado, que provocan que la Policía Nacional se tope con miles de marroquíes que quieren entrar a Ceuta, todos mezclados, sin diferenciar a los que tienen contrato de trabajo y por tanto tienen una situación regularizada, de los que no. Y esto da pie a pequeñas avalanchas que no pueden ser contenidas y que anulan cualquier capacidad de organización en el espacio fronterizo.
Habrá que esperar al devenir de las próximas horas después de noticias complicadas, vinculadas a la falta de porteo, a los decomisos, a los problemas en los espacios fronterizos y a los sucesos vinculados con el porteo que comprenden desde el fallecimiento de varias personas relacionadas con el llamado comercio atípico y las intervenciones masivas de mercancía.