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La plantilla de Arasti Barca solicita a las técnicos la adecuación de la programación de actividades que ya entregó a la Ciudad
Los trabajadores de Arasti Barca que prestan servicio en la piscina del ‘Guillermo Molina’ apuran los plazos para poder volver a la situación anterior a la reducción de plantilla ordenada por la Ciudad Autónoma. De no revocarse la carta que instaba a este recorte en personal, el 1 de julio se hará efectiva la reducción de horas a los monitores, el ERTE al socorrista y sus cuatro compañeros despedidos permanecerán en la calle con la promesa de que las obras del nuevo ‘Díaz Flor’ “solo durarán 15 meses”.
La solución aportada por las consejerías implicadas en las negociaciones consiste en otra “reducción de horas” si quieren que los tres monitores y el socorrista regresen a sus puestos de trabajo. Una “idea” que Elena Mateo, enlace sindical de UGT, interpreta como una forma de “tirarnos al cuello y matarnos entre nosotros” porque “cada uno tiene en su casa unos gastos”. Por este motivo, la portavoz rechazó en nombre de todos los afectados la propuesta gubernamental y apuesta por otra “alternativa”.
“A rebosar”
La plantilla de Arasti Barca entregó una programación de actividades que fue desestimada por las técnicos argumentado que contiene incompatibilidades. Por este motivo, Mateo planteó su adecuación por parte de los servicios de la Ciudad y sugirió una ampliación en el horario que es posible “con voluntad”, como ocurrió con la escuela de waterpolo. Esta representante de los trabajadores desaprobó como razón que el ‘Guillermo Molina’ tiene una ocupación de solo el 52 por ciento “a 15 días de terminar el curso” cuando la afluencia de usuarios tenía que haberse analizado desde septiembre, cuando el ‘Díaz Flor’ ya estaba cerrado. En aquel momento, apuntó Mateo, “estábamos a rebosar, con 17 personas en clases donde tenían que estar diez; 35 en aquafitness... Ahí es donde tenían que haber hecho una gráfica, no ahora”.
Mateo aseguró que cuando el presidente de la Ciudad –Juan Vivas– “quiere, puede y, de hecho, otras veces lo hemos visto aquí con otros monitores que han subido de horas”. Monitores y socorristas pensaban que después de la reunión del día 8 con Vivas todo volvería a la normalidad, “pero no solo sigue igual sino que ha empeorado con el encuentro del día 16”.