El Presidente del Consejo Europeo - Herman Van Rompuy - se ha dirigido a los europeos, con motivo el 60 aniversario de la invitación hecha a los países de Europa, y en especial a Alemania, a unirse en una empresa política común. No es una simple invitación al recuerdo, lo que se nos hace ahora, sino que establece un principio de reflexión que presenta a todos los europeos.
¿Por qué Europa os necesita hoy?, es su pregunta y la hace para que seamos conscientes de que tenemos en nuestras manos el futuro de Europa y, con ella, nuestro futuro como seres humanos que tienen una historia y civilización propias, de la máxima importancia.
Parece, a veces, que olvidamos lo fundamental de nuestros compromisos y nos quedamos con lo que nos viene bien de forma inmediata - algo así como subsistir de momento - aunque se abran las puertas de la pérdida de la libertad, que tanto ha costado conseguir y preservar de muchos ataques, directos o encubiertos.
Es muy acertada esa invitación a la reflexión personal que, como europeos, se nos hace y es de celebrar, además, que ya tengamos esa figura de Presidente del Consejo Europeo.
Se hacía notar su falta porque los europeos debemos oír la voz de Europa, que es una realidad política llamada a actuar en el ámbito mundial y no precisamente como figura decorativa, falta de valor.
Nos dice, el Presidente del Consejo Europeo, que no se debe olvidar el hecho de que “los gobiernos de los veintisiete países que hoy forman parte de la Unión Europea consideran que en un mundo globalizado no pueden seguir garantizando por sí solos el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos”.
Parece que esa indicación debe ser suficiente para que se refuerce el sentido de cooperación, de unión incluso en muchos casos, para la defensa de nuestros intereses. Como paso fundamental, siempre, aparece la necesidad de una información veraz y completa, sin reservas de ninguna clase.
Es absurdo - negativo siempre - intentar presentar sólo aspectos agradables cuando la realidad es bastante distinta y no hablar de sacrificios cuando son totalmente necesarios para salvar la situación.
Dice el señor Van Rompuy que “hay que estar dispuestos a afrontar conjuntamente los contratiempos inesperados. La solidaridad pierde su sentido si solo funciona cuando las cosas van bien”. Es una observación muy sensata que no se debe olvidar por todos nosotros;: gobernantes y gobernados.
Hace muy pocos días nos ha visitado el Vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica, quien nos ha dado a conocer algunas de sus líneas de pensamiento por medio de la tercera de ABC; la del día 7 de este mes de Mayo.
Dice, entre otras cosas: “Para fomentar la confianza dentro de Europa necesitamos comprender cómo entienden los vecinos los retos relacionados con la seguridad y cómo tienen pensado enfrentarse a ellos”.
Ante ese lógico planteamiento cabe preguntarse si hay una idea clara, por parte de nuestro gobierno, de lo que son esos retos y cuales son sus decisiones al respecto. No parece que esa cuestión haya merecido especial atención ni que hayan dado cuenta de ella a la Nación.
El señor Vicepresidente norteamericano ha tenido especial interés en visitar, en su acuartelamiento, a la Bandera “Roger de Lauria” de la Brigada Paracaidista, que partirá hacia Afganistán en fecha próxima.
Con esa visita ha señalado algo que nuestros gobernantes no han sabido o querido hacer por el momento.