La Real Hermandad de los Remedios ha celebrado esta mañana, con motivo de la Fiesta de la Candelaria, la solemne procesión del Divino Redentor desde la iglesia de San Francisco hasta la de los Remedios.
En esta salida los protagonistas han sido los más pequeños, quienes han ocupado un lugar muy importante en esta procesión guiando en su camino al Divino Redentor.
Han sido miembros del grupo joven de la hermandad quienes han ocupado el privilegiado lugar bajo el Cristo recién nacido.
La imagen ha salido de San Francisco a las 10:30 horas acompañada de todos sus fieles.
Juanma Puig, mayordomo de la Real Hermandad de los Remedios, instantes previos a la salida, ha entregado una vela personalizada con los nombres de cada uno a los niños que han acudido -que no han sido pocos- para acompañar en el camino.
Respecto a las velas, desde la hermandad se ha pedido un especial cuidado con este objeto, haciendo un llamamiento a la responsabilidad y prudencia en su uso.
Estas velas han sido bendecidas al comienzo de la procesión por el padre Alberto Gadea, párroco de la iglesia de los Remedios.
Miembros de los coros, tanto de la iglesia de los Remedios como de San Francisco, han acompañado con música la salida del Redentor, envolviendo a los presentes en un ambiente de divinidad y fe.
Han sido los niños que cursan catequesis en las iglesias de Los Remedios y San Francisco quienes han acudido en su mayoría a esta solemne jornada.
Ya iniciada la salida, un gran número de personas esperaba en la puerta, siendo testigos de la tierna imagen que han dejado las filas de infantes sujetando esa bendecida vela con la que han sido obsequiados.
Los pequeños han hecho un gran trabajo y han acaparado las miradas de todos los que en esta mañana de domingo han salido a acompañar al Divino Redentor a pasear por el centro de la ciudad.
La zona más céntrica de la ciudad ha sido coloreada por los niños de afecto, ternura y amor. El Divino Redentor ha sido el verdadero protagonista, pero los niños acompañándolo en su salida a ver el sol han contribuido a que el ambiente fuera aun más agradable si cabía.
Ya en la iglesia de los Remedios, una vez llegado el Divino Redentor y sus fieles, se ha celebrado en la iglesia receptora una solemne misa en honor a este y en celebración de la Fiesta de la Candelaria.
Los niños han jugado un papel muy importante en esta celebración de la Candelaria, mostrando a los adultos que la fe mueve montañas.
En este caso, era un elevado número de pequeños los que debían acatar las órdenes de sus mayores y han mostrado ser capaces de ello, dejando una gran lección de respeto, fe y amor por Jesús.
Los niños han podido disfrutar de una mañana en reunión guiando al Divino Redentor en su camino desde San Francisco hasta los Remedios, una bonita manera de terminar la semana por todo lo alto.