La lectura, que se está fomentando y mucho estos días dentro de la Feria del
Libro de Ceuta, se puede disfrutar de muchas maneras, pero antes de llegar a este placer hay que tomar un hábito. Una educación basada en libros permite que desde edades tempranas, los niños y niñas se adentren en mundos que hasta el momento desconocían. Incluso, comiencen a hacerse esas primeras cuestiones que fortalecen el pensamiento crítico. A lo largo de esta semana, y dentro del programa de actividades que se ha realizado para la Feria del Libro, los alumnos de distintos centros escolares de Ceuta pasarán por la
Plaza de los Reyes para participar en el Taller Cuentacuentos creativos, que viene de la mano de la empresa Educador.
En la jornada de este martes, le ha tocado el turno a los niños y niñas de quinto del
CEIP Mare Nostrum. Todos ellos han llegado acompañados de sus profesores. Y una vez allí se han dividido en grupos de cuatro, que luego se han sentado en las mesas desplegadas en el interior de la carpa, situada en la zona central de la plaza. Lo primero ha consistido en la explicación que el gerente de la empresa Educador, José Ángel Rivas Gallego, ha hecho a los pequeños para así entender en que consistía la tarea. “Cada uno de los integrantes tiene un cargo. Uno tiene que pensar en la historia, otro la escribe, el tercero hace figuras con plastilina y el último un dibujo sobre papel”, les ha explicado. Lo curioso se encontraba en que el relato corto tenía que salir de los dados que uno de los integrantes debía tirar. Una pelota de fútbol, un barco, una nube, un fuego y un sombrero. Con estas imágenes, por ejemplo, tenían que confeccionar un cuento. Los pequeños reían, lo pasaban bien mientras hablaban entre ellos. De ahí salieron jóvenes promesas de las letras, quién les diría que de unos dados iba a salir una historia de aventura. La imaginación alcanzó el mayor exponente, ya que de algo sencillo, salía algo gigante. “Nosotros les damos total libertad para que creen lo que ellos quieran”, expresaba María José Domínguez, una de las monitoras. Ella se mostraba atenta con los niños, quienes la avisaban para las dudas que podían surgir. También, Domínguez comenta que “este tipo de ejercicios les viene muy bien, ya que salen fuera de las aulas”. Después de dos años de pandemia, los pupilos salen a la calle para desarrollar actividades escolares.
Hábito lector
Ellos han dado riendas suelta a la imaginación. “Esto permite que desarrollen determinadas competencias como la relación interpersonal o el acuerdo de todos para alcanzar un producto final”, ha explicado Juani Ramos Palomo, quien es maestra en el Mare Nostrum. Y no solo quedaba ahí, sino que después recorrían las distintas casetas pertenecientes a librerías de la ciudad autónoma y editoriales. Los pequeños han aprendido sobre la importancia de leer, crear un hábito que desde los centros escolares persiguen y ejercitan con ellos. No obstante, el núcleo familiar es otra pieza clave.