Conocí a Pepe Chamizo cuando sólo unos pocos se atrevían a reivindicar el derecho de asociación de los guardias civiles. Él era un referente en la lucha contra el narcotráfico, en ayudar a los drogadictos y sus familias en la comarca del Campo de Gibraltar y, por supuesto, a los colectivos más desfavorecidos. En aquellos inicios Pepe nos mostró su apoyo y reivindicó con nosotros el derecho a organizarnos como asociaciones profesionales.
Muchos años después fue nombrado Defensor del Pueblo Andaluz, pero eso no le impidió seguir siendo Pepe, no D. José Chamizo, una virtud que escasea en los que llegan a ocupar puestos de tanta relevancia y responsabilidad. Hablar de Pepe Chamizo es hablar de un hombre sencillo, honrado, extremadamente accesible, cercano, discreto, inteligente y muy comprometido socialmente.
Cuando fue nombrado Defensor del Pueblo Andaluz algunos ponían en duda la capacidad de poder ejercer el cargo con la dignidad y el compromiso que lo había hecho como activista del movimiento social más importante de la Comarca del Campo de Gibraltar, porque mantener el mismo discurso en un puesto de la administración de tanta repercusión y relevancia no es precisamente algo fácil. Pepe, no sólo fue capaz, sino que dio ejemplo de que se puede hacer, sólo hace falta no aferrarse al cargo y tener dignidad, algo que le sobra.
En una de las muchas conversaciones que mantuvimos nos comentó que la crisis estaba golpeando duramente a muchos españoles que tenían que recurrir a recoger comida de las distintas organizaciones humanitarias; que muchas de estas personas habían tenido una muy buena posición social y que por vergüenza se resistían a recurrir a la caridad. Sin embargo, ellos hacían un esfuerzo en llegar a todos los necesitados, incluso a los que se resistían a pedir ayuda por vergüenza. Meses después leí un artículo en el que denunciaba que muchos niños de Andalucía se acostaban sin hacer las tres comidas diarias y que muchos padres pasaban hasta hambre para poder dar de comer a sus hijos. Esa denuncia y su compromiso con los desfavorecidos le dio la estocada definitiva para ser cesado como Defensor del Pueblo, porque en Andalucía no gustaron las declaraciones de su Defensor y, mucho menos, que apuntara a los responsables. Fue cesado, pero se abrieron comedores sociales para que esos niños no se acostaran sin cenar.
Pepe nos mostró su apoyo y reivindicó nuestro derecho a organizarnos
Cuando fue cesado tuve la oportunidad de apoyarlo en una concentración que convocaron distintas organizaciones en Sevilla. Me desplacé a pesar de tener una pierna escayolada con mis amigos Vicente Ruiz y Francisco Muñoz, otros dos guardias civiles que sabían lo mucho que nos ayudó Pepe. Allí nos encontramos con otros guardias civiles que se habían desplazado de otros puntos de Andalucía. Era la forma de agradecerle lo mucho que había hecho por un colectivo que carecía de derechos. Lo mucho que había hecho por los más necesitados y por su compromiso social.
Desde su responsabilidad como Defensor del Pueblo Andaluz fue el mejor altavoz de las denuncias que realizábamos contra el narcotráfico cuando Ceuta era la cuna de las narcolanchas. Un altavoz sirvió para acabar con la salidas y entradas constantes de estas embarcaciones y con un clima de violencia extrema contra los guardias civiles y policías de nuestra ciudad. Denunció el trasiego de embarcaciones que salían desde Ceuta en innumerables medios de comunicación obligando a ponerse las pilas a los que por su responsabilidad debían de haber tomado la iniciativa.
Esta semana lo entrevistaban en el periódico El Mundo sobre el renacer del narcotráfico en el Campo de Gibraltar. En la entrevista alertaba del cambio en la forma de actuar y del perfil de los narcotraficantes. Decía que hemos pasado de narcotraficantes que trataban de pasar desapercibidos para ocultar su relación con esta actividad por vergüenza y por el rechazo social a los actuales que chulean de serlo, porque están bien vistos y tienen un apoyo social importante en la zona; también apuntaba a un nuevo perfil, la violencia extrema de los narcotraficantes que no dudan en enfrentarse a las Fuerzas de Seguridad del Estado, algo que no se daba en aquellos años.
Nadie como él conoce el problema del narcotráfico en el Campo de Gibraltar y Andalucía y, nadie como él, sabe la evolución que ha tomado y las diferencias entre los viejos y nuevos narcotraficantes. Nadie como él sabe dónde está el punto débil de estas organizaciones y apuntaba a la necesidad de investigar el patrimonio de estas organizaciones y requisar todos sus bienes para acabar con la influencia que comienzan a tener.
Pepe Chamizo dejó de ser Defensor del Pueblo, pero sigue siendo una persona comprometida, un ejemplo de cura, de buena persona, de lucha social. Deberíamos tomar buena nota de lo que viene denunciando, de los consejos que da para acabar con un problema que nos afecta a todos, vivamos en el Campo de Gibraltar o no. Merece la pena leer la entrevista.
La sala de lo Penal encargada de los delitos financieros en la corte de apelación…
La instancia encargada de la revisión del Código de Familia marroquí presentó este lunes la…
El Casino Ceuta Luckia informa que el próximo sábado 28 de diciembre de 2024, despedirá…
El área de Costas de la Delegación del Gobierno está llevando a cabo diferentes ejecuciones…
Un joven de La Línea de la Concepción se encuentra en muerte cerebral tras las…
Brahim, Hicham, Adam y Zakarias. Son 4 menores del centro de La Esperanza que han…