La Virgen de las Penas y el Cristo de la Humildad y Paciencia se encuentran en su templo. Después de su salida procesional, la hermandad ha organizado un vía lucis para devolver a la Iglesia de San Francisco, en Ceuta, a los dos titulares sacros.
Un cortejo de acólitos ha acompañado, en silencio, a ambos, que han sido llevados al templo en andas procesionales. Solemnidad y silencio han marcado el breve trayecto desde la Casa de Hermandad, donde han dejado atrás los pasos para sustituirlos por tronos.
Algún que otro rezo se ha percibido a su salida e incluso hay quien se ha santiguado para recibir a la Virgen de las Penas y el Cristo de la Humildad y Paciencia. Muchas personas se han reunido, familiares y amigos, para verlos una vez más y despedirse de ambos tras su salida procesional.
La Virgen de las Penas ha sido arropada por los fieles acompañada por un ramo de flores blancas. El ambiente, totalmente tranquilo, ha destacado sobre todo por la gran presencia de grupos de jóvenes que se han congregado en la Plaza de los Reyes para recibir, de nuevo, a los dos titulares.
Las Penas es de las cofradías contadas que esta Semana Santa han logrado vencer a las previsiones y disfrutar de una estación de penitencia como cualquier otro año. La Pasión de Ceuta ha pasado por una semana aciaga a causa de las inclemencias meteorológicas, un tiempo en el que el viento y los nubarrones han sido las protagonistas.
El incienso ha envuelto la céntrica plaza y ha recordado a los fieles al olor de la Semana Santa. Aún todavía es tiempo de Pascua y los cristianos continuarán con la demostración de su fe en estos días previos a la llegada de Pentecostés.
Un recorrido corto, pero de gran significado para la cofradía y para los fieles allí presentes. A partir de ahora, tras la salida procesional y todos los esfuerzos que conlleva, se retomará el culto a ambas imágenes sacras en su iglesia de San Francisco.