El Pleno de la Asamblea acordó ayer con los votos a favor del PP y Vox “elevar” a la Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información del Ministerio de Industria una “consulta” sobre la posibilidad de tomar medidas para poner fin a las “interferencias” que generan a los usuarios de telefonía móvil ceutí las compañías marroquíes, que con sus “intromisiones”, especialmente habituales en zonas como el Monte Hacho, Recinto, Benzú o las inmediaciones de la frontera, generan “molestias” y “sobrecostes” a los clientes locales de operadoras españolas.
El PSOE, el MDyC y Vox se desmarcaron de la iniciativa fundamentalmente por el tenor de la exposición que de su propuesta hizo el portavoz de Vox, Carlos Verdejo, que denunció que en el país vecino hay antenas orientadas hacia Ceuta con tienen una potencia superior a las limitaciones que establece la Unión Europea para las ubicadas en su territorio, todo con el propósito de facturar cargos internacionales a los ceutíes.
Tras escuchar los reproches del resto de la oposición a su tono (“de Guerra de las Galaxias”, dijo Hamed), Verdejo insistió en que la actuación puede ser de empresas privadas, pero “con la connivencia del país vecino”, y propuso facilitar en la normativa urbanística la instalación de antenas que rechacen esa ‘incursión’ marroquí.
Verdejo también negó pretender ser “alarmista” al denunciar las facilidades con las que se puede acceder en el Reino alauita e incluso en Ceuta a tarjetas prepago sin identificarse previamente, como es obligatorio en España desde hace años para poder utilizar cualquier tipo de línea móvil.