Han finalizado las jornadas del I Foro de Turismo Cultural de Ceuta, coincidiendo, casi, con la manifestación de protesta convocada por los empresarios y sindicatos para denunciar la caótica situación que se vive en la frontera con Marruecos. De hecho, la mesa redonda que estaba prevista con los empresarios del sector turístico ceutí tuvo que suspenderse por esta causa. Justamente el día anterior al acto, en una de mis caminatas diarias fui testigo de la enorme cola de coches en dirección a la frontera. Casi llegaban al centro de la ciudad. Por su interés para el futuro turístico de Ceuta, voy a destacar el contenido de alguna de las propuestas efectuadas, aunque todas ellas serán publicadas por el Instituto de Estudios Ceutíes. El jueves por la mañana se celebró la sesión más académica en el Campus Universitario. Se expusieron las ponencias preparadas por investigadores, la mayoría venidos de fuera. La calidad de las mismas y la utilidad práctica para el futuro turístico y económico de la ciudad, deberían haber sido suficientes para que las mismas hubieran despertado un mayor interés. Pero bueno, las cosas son como son. A veces nos encerramos en nuestro mundo académico, sin darnos cuenta de que la vida universitaria apartada de la realidad social nos aleja del verdadero espíritu docente. A pesar de ello, un nutrido grupo de estudiantes acudió por la tarde a la conferencia del director del Parque de las Ciencias de Granada, que tuvo la habilidad de conseguir captar nuestra atención durante las más de dos horas que duró la misma. Hubo seis interesantes propuestas. En primer lugar, se nos presentó un proyecto para la celebración de un Festival Internacional de Música por la Convivencia en Ceuta. Se trataba de una propuesta muy elaborada, que en alguna ocasión se ha presentado a las autoridades locales, pero que, por circunstancias que no vienen al caso, no ha sido llevada aún a la práctica. No sería malo que la propuesta, al menos se tuviera en cuenta para el futuro. A continuación, se nos presentó un interesante proyecto que se está llevando a cabo en Melilla sobre la vida y costumbres de los judíos Sefardíes. No sabemos si esta idea podría trasladarse a Ceuta. Pero la aceptación por parte del público visitante está siendo alta, según nos comentaban. Otro estudio bastante interesante fue el que se presentó sobre el impacto en Ceuta de la liberalización del Dírham. Por los datos que se aportaron, habrá que estar muy atentos a la evolución y fluctuaciones de esta moneda en el futuro, por la influencia que las mismas podrían tener en los flujos de comercio y turismo hacia nuestra ciudad. No menos interesante fue la aproximación histórica que se hizo al turismo cultural en Ceuta durante el primer tercio del siglo XX. Es impresionante la similitud existente entre las propuestas de aquellos años y las que se continúan haciendo ahora.
Nunca creíamos que una investigación sobre patrimonio funerario pudiese estar tan lleva de vida
Las ideas que nos expusieron sobre el bono turístico de Granada y el enorme impacto que sobre la afluencia de visitantes a la ciudad ha tenido, demostraron lo importante que es tener buena información, saber analizarla y ayudarse de ella para tomar las decisiones oportunas. Quizás sea este uno de los aspectos más descuidados en Ceuta. No es suficiente con los estudios que se hacen de forma puntual. Es necesario contar con un centro coordinador que organice y sistematice toda la información de forma permanente. Es lo que hay en todas las ciudades y comunidades de mayor éxito turístico. Si esto falla, las decisiones que se adopten podrán ser erróneas. Pero si hubo algo que me sorprendió, fue la ponencia que se hizo por parte de investigadoras de la Universidad de Huelva respecto al Patrimonio Funerario de Ceuta y la posibilidad de ser incluidos en el Año Europeo del Patrimonio Cultural. Lo que argumentaron las investigadoras es que, a diferencia de otras ciudades, Ceuta tiene la peculiaridad de que en un pequeño espacio resume la historia de Europa a través de los restos funerarios. Con todo lujo de detalles y datos históricos, nos mostraron la enorme riqueza y diversidad que atesoramos. Como nos decían: “Desde el asentamiento prehistórico de la cueva de Benzú hasta los actuales espacios funerarios, Ceuta ofrece un recorrido único de la historia, de sus diferentes etapas, así como de la diversidad actual, como se pone de manifiesto en los cuatro espacios contemporáneos de la ciudad: el cementerio municipal, el cementerio musulmán, el cementerio judío y el crematorio hindú; así como en la diversidad de prácticas rituales que forman parte del patrimonio inmaterial ceutí.”. Lo que nos proponen estas investigadoras es la posibilidad de vincularnos con la Ruta Europea de Cementerios, aprovechando que el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea han declarado 2018 como Año Europeo del Patrimonio Cultural, bajo el lema “Nuestro patrimonio: donde el pasado se encuentra con el futuro”. Como algunos le dijimos a las ponentes, nunca creíamos que una investigación sobre patrimonio funerario pudiese estar tan llena de vida. Debería tomarse buena nota desde la Ciudad Autónoma y dar los pasos para incluirnos en esta ruta. Quizás sea uno de los reclamos de turismo cultural que nos ayuden a constituirnos como destino turístico. La última parte fue la magnífica exposición que hizo el director del Parque de las Ciencias de Granada, sobre la evolución que ha tenido el mismo desde su creación, hace ahora 17 años. Desde el mismo momento de su inauguración, contra todo pronóstico, el número de visitantes ha estado en permanente incremento, hasta convertirse en uno de los referentes nacionales e internacionales en museos interactivos de ciencia. Las claves de su éxito nos las expuso de forma muy didáctica. Un equipo humano muy unido y cohesionado. Un comportamiento muy humilde, intentando aprovechar al máximo los escasos recursos de los que disponían y dando pequeños pasos, pero firmes. Saber buscar la idea que podía atraer y gustar al visitante en cada momento. Y, por último, trabajar de forma noble a favor de la ciencia y la ciudad, sin sectarismos ni otros intereses espurios. La Ciudad debería aprovechar el talento y experiencia de este equipo humano, si en algún momento se quiere diseñar algún proyecto museístico similar. La guinda la puso nuestro arqueólogo municipal, haciendo de guía de lujo, en nuestra visita a los tesoros históricos y arquitectónicos de la ciudad. Esperemos haber contribuido al futuro del turismo cultural de Ceuta. Esta fue nuestra idea desde el principio.