El estado de nerviosismo y la incoherencia en muchas de sus respuestas puso a los agentes de la Guardia Civil del Puerto de Algeciras sobre la pista. El hombre, que llegaba a la ciudad andaluza procedente del puerto de Tánger-Med, iba al volante de una furgoneta que levantó las sospechas de los agentes. Por ello, en la realización de sus funciones en el control de cabotaje, ejecutando el resguardo fiscal de los vehículos que desembarcaban llegando desde Marruecos, le dieron el alto a este vehículo y comenzaron a indagar ya suponiendo que en su interior podrían encontrar algún tipo de sustancia prohibida.
De ese modo, detalla la Benemérita de Algeciras a través de nota de prensa, "procedieron a una laboriosa inspección de la furgoneta, apoyados por un componente del Servicio Cinológico, dando como resultado la localización en el interior de las patas de una mesa, 22 envoltorios de resina de hachís que arrojaron un peso total de 11,2 kilogramos y un valor en mercado de más de 21.974 euros". Ese fue el hallazgo que, sorprendentemente, estaba oculto en las patas de una mesa de madera convencional.
De acuerdo a lo estipulado, inmediatamente se procedió a la detención del ciudadano marroquí por parte de los guardiaciviles de la Compañía Fiscal de la Comandancia de Algeciras que estuvieron a cargo de la inspección. Una detención que se produjo como presunto autor de un delito contra la salud pública.
La nota enviada desde la Guardia Civil indica que el detenido, al que se le investiga por la comisión de un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, junto al atestado policial y la droga incautada, ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Algeciras. Este hallazgo y la posterior detención se suman a la lista de incautaciones que la Guardia Civil reaiiza con frecuencia entre ambas orillas del Estrecho de Gibraltar.