Pocos días después de iniciarse la reapertura de la frontera del Tarajal, desde el lado marroquí, se advertía del problema que se estaba generando con aquellos vehículos averiados en Marruecos que querían pasar a España a través de Ceuta. Denunciaban, en aquel momento, que las autoridades marroquíes estaban pidiendo visado a los conductores de las grúas de Tetuán para, solamente, acceder a la parte neutral de la frontera donde, antiguamente, se efectuaba siempre el intercambio del vehículo entre las grúas de ambos países. Esto provocaba que no se pudiera, de facto, darse el pase ya que ningún gruista marroquí contaba con dicho visado.
Pues bien, ahora, aunque indican que este contratiempo se habría solucionado y las autoridades de ambos países sí están permitiendo hacer ese relevo en la zona neutral, los inconvenientes para los gruistas ceutíes vienen por otro lado. “Nos dice la Policía española que no podemos estar con la grúa ahí esperando más de 10 o 15 minutos y, si en ese tiempo, el compañero de la grúa de Tetuán no ha llegado, nos hacen darnos media vuelta y salir”, aseguran, “ahora nos dicen también que no podemos venir cuando haya tráfico, como si nosotros no fuéramos unos usuarios más y pagáramos nuestros impuestos como todos…”. Ocurre, en especial, cuando hay muchos coches, pues se considera que molestan.
Esta misma mañana El Faro ha sido testigo de cómo un vehículo averiado cruzaba la frontera con el servicio de grúa, pero, aseguran, lograr esa coordinación total que permita que en apenas 15 minutos las dos grúas estén en el centro es “misión imposible” porque, por su parte, los agentes marroquíes no permiten el paso de su grúa hasta que no ven que, al otro lado, ya está la española esperando. “Pero ahí con sus trámites de pasaportes y demás tardan, como mínimo, media hora, aunque habitualmente incluso más”, explican los afectados. Dicen que es la ‘pescadilla que se muerde la cola’ y dicen que la situación para ellos, desde la reapertura, está bastante complicada a la par que denuncian la situación en que se encuentra la infraestructura del lado ceutí de la frontera porque, afirman, “en la parte marroquí toda la obra está terminada sin ningún problema”.