Iban a bordo de una moto de agua, cargados con hachís en sus mochilas, cruzando la autopista del Estrecho que se convirtió en una auténtica pesadilla para la Guardia Civil de Ceuta y Algeciras este pasado verano.
Condenados a 3 años y 3 meses de prisión por un delito contra la salud pública, dos marroquíes pretendían que su condena fuera anulada por el Tribunal Supremo alegando que no conocían de la presencia de drogas en sus macutos.
El recurso de casación presentado por sus defensas no ha prosperado, quedando confirmado el fallo que, en origen, dictó la Audiencia de Algeciras, tal y como se recoge en la sentencia a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico.
Ambos condenados indicaron que su idea era cruzar desde Marruecos a España de manera clandestina, pero sus mochilas fueron manipuladas colando un hachís del que se dieron cuenta cuando, al llegar a la orilla, al peso, notaron el cambio. Entonces, argumentaron, las arrojaron en el arenal justo al ver a la Guardia Civil intentando así huir de las patrullas temiendo una deportación.
En el interior de los macutos había 13 y 6,5 kilos de hachís respectivamente. La droga estaba repartida en tabletas y su valor superaba los 31.000 euros, de acuerdo con el informe que se realizó tras su análisis.
Ambos condenados lograron pasar de Marruecos a España casi 20 kilos
En los hechos probados se valoran las declaraciones ofrecidas por los guardias civiles que procedieron a la detención de la pareja una vez que llegaron a la Península, y después de que se hubiera activado una búsqueda para dar con la embarcación que ocupaban y que había levantado sospechas.
La congruencia del relato de los efectivos del Instituto Armado choca con las manifestaciones de los detenidos así como con el comportamiento que demostraron al ver a las patrullas, intentando tanto escapar como deshacerse del hachís que habían introducido tras el cruce.
La condena es firme después de su ratificación por parte del TSJA primero y del Tribunal Supremo después.