La cárcel de Mendizábal de Ceuta se ha convertido en el nuevo destino para un marroquí a quien la Guardia Civil detenía, en la noche de este jueves a viernes, con más de 150 kilos de hachís escondidos en el coche, modelo Renault Scenic, que conducía.
La autoridad judicial ha ordenado su ingreso en prisión preventiva a la espera de juicio. Se enfrenta a 4 años de cárcel por la comisión de un delito contra la salud pública con la agravante de notoria importancia.
Hasta que sea juzgado en el Penal, cumplirá medida privativa de libertad después de que su intento por trasladar droga a la Península terminara abortado por los agentes adscritos a la 1ª Compañía Fiscal y de Fronteras que actuaron junto con el Grupo Cinológico.
Los, en concreto, 153 kilos de esta sustancia estaban escondidos no solo en los huecos naturales del vehículo, sino también en dobles fondos que habían sido practicados de manera intencionada para un fin delictivo.
Marroquí con permiso de trabajo y residencia
Repartidos en pequeños bloques, todos y cada uno de ellos fueron retirados por los agentes encargados del registro, procediéndose después a su traslado al área de Sanidad dependiente de la Delegación del Gobierno para su análisis.
Es importante esta fase porque de ahí resulta el informe que se presentará en el juzgado y servirá de base a la Fiscalía para su petición de cárcel.
El detenido, marroquí de 43 años, tiene permiso de trabajo y residencia en España. Viajaba solo en el coche cuando el can detector marcó el vehículo como susceptible de portar sustancias estupefacientes. Así fue, tras el registro exhaustivo se halló toda la mercancía.
Con motivo de la OPE está habiendo más movimiento de vehículos no solo en el puerto sino también en la frontera. Algunos de los que protagonizan esa operación terminan intentando el traslado de droga al otro lado del Estrecho, alimentando así el negocio que se hace fuerte entre fronteras.