El 26 Festival de Jazz de Ceuta no podía iniciarse de otra manera que con la banda de Pascale Petecchia. El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido esta tarde el concierto de este grupo, que ha presentado su último trabajo ‘Jugar al azar’. El grupo, que ya había estado anteriormente en la ciudad, tenía ganas de volver y, por supuesto, de subirse nuevamente a un escenario. Y así lo demostraron.
Con su estilo Gypsy Jazz, Pascale y su banda amenizaron a los ceutíes que asistieron a disfrutar de una tarde jazzística y llena de melodías. Esta actuación ha ayudado a que esta banda pudiese subir a un escenario tras el confinamiento y a que los amantes del jazz se deleitaran con unas buenas canciones en francés.
Un acordeón se escucha y su melodía recuerda a la de carrusel. Sus notas te hechizan y te hacen transportarte a Francia, al Paris de Amélie. La voz de Pascale invade la sala. La presentación, al más puro espectáculo de cabaret, inicia lo que sería el primer tema de la noche y el que da nombre al disco.
Los temas, acompañados de una dedicatoria o una presentación, se fueron escuchando ante la atención del público. Los asistentes solo reaccionaban para romper en aplausos tras cada canción. La voz, armonizada con los instrumentos y las letras en francés, provocaban un efecto hipnótico dejando a los ceutíes embelesados y prestando atención.
Cada una de las composiciones tenía su particular ritmo. Cuando se utilizaba el acordeón, las melodías se volvían más lentas, más calmadas. Sin embargo, al introducir el saxo, se podía vislumbrar el típico sonido de jazz que tanto caracteriza a este género. Las canciones se volvían más animadas e invitaban al público a bailar. “Ya bailo por vosotros, que vosotros tenéis que estar sentados”, ha señalado la cantante, Pascale Petecchia, tras una de sus interpretaciones.
El público ceutí ha podido disfrutar del inicio de este Festival de Jazz que tan marcado está por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Las mascarillas y los geles hidroalcohólicos, junto a la limitación del aforo, son los fieles compañeros de esta atípica edición.