La futura pasarela de Miramar va cobrando forma poco a poco con la colocación de las distintas piezas que terminarán dando forma al pequeño puente que quiere facilitar el tránsito de lado a lado de la carretera. La empresa Tragsa ya avisó de que los trabajos se extenderán un mes más sobre lo previsto debido a las adversas condiciones meteorológicas que han ido ralentizando un trabajo que se viene ejecutando desde hace un mes.
Visualmente ya se va apreciando la forma de lo que será la pasarela que tendrá una longitud de 40 metros. Precisamente, el proyecto contempla la demolición de las dos escaleras de acceso, por lo que la pasarela será ahora la única manera de llegar hasta la Almadraba, al ser éste uno de los requisitos estipulados por Costas: la limitación del número de accesos a lugares de baño. Así también se erradican las barreras arquitectónicas que impedían el paso de discapacitados motóricos a la playa.
El puente realizará un giro para completar su trayectoria y se ubicará a la altura del paso de cebra. Su diseño es de corte moderno y se eleva 5,5 metros por encima de la carretera, tal y como estipula la normativa de puentes situados por encima de viales. Parte de su trayectoria está suspendida a 12 metros sobre el nivel del mar.
La pasarela dispondrá de barandillas de acero inoxidable, suelo antideslizante y materiales antivandálicos y resistentes a los vientos que azotan la zona.
Los vecinos de Miramar habían protestado en muchas ocasiones por la inseguridad en un punto negro en el que ha habido accidentes de gravedad que han dejado incluso muertes, debido a que este es un lugar de paso de coches que circulan a gran velocidad.