{jaimage crop="TC" /}El jugador ceutí Hamza Maimon acaba de finalizar prácticamente su participación en la Copa de España de fútbol-sala que se ha celebrado en Alcalá de Henares y en donde su equipo, el Santiago Futsal, cayó en la semifinal ante el a la postre campeón, el FC Barcelona. El caballa, titular tanto en la victoria contra el Ríos Renovables Navarra como ante el conjunto blaugrana, asegura que la experiencia ha sido “muy buena” al haber estado “junto a los mejores jugadores del país”.
Aunque ya participó en la Copa del año pasado, en este ha sido aún mejor, ya que “he tenido un rol diferente, con más minutos y la confianza del entrenador”.
Cree que “estoy trabajando por hacer una labor importante”, lo que “me sienta bien, porque confían en mi y valoran y mi trabajo”.
Su equipo ha disputado una primera vuelta en el campeonato liguero “espectacular”, clasificado para las semifinales de la Copa del Rey y con el objetivo del play-off por el título, “aunque no nos ponemos techo”, matiza.
Aunque esta segunda vuelta está siendo algo más irregular que la primera, apunta que “vamos a seguir dando mucha guerra”.
Volviendo a la Copa, cayeron ante el potente Barça, el tres veces campeón, de forma consecutiva, de dicha competición, aunque antes habían eliminado al Ríos Renovables, que por ser su primera presencia “teníamos que ganar y lo hicimos, aunque no fue fácil”.
Aunque el Barcelona tiene “una plantilla muy buena” destaca que “no es invencible”, y lo corrobora al asegurar que “le plantamos cara en liga en casa, empatando a uno”. Hace especial hincapié en que “no hay un equipo en este campeonato que no se pueda ganar”.
En cuanto a su rendimiento durante la cita copera en Alcalá de Henares, considera que “me he visto muy bien, a gusto”, y destaca la labor de la afición, “que nos arropa siempre”.
Entre los aficionados, su novia y su tía, “que siempre me apoyan allá donde voy”. El resto de la familia no estuvo presente, “pero siempre que juego cerca de casa lo intentan”. De todos modos, una pancarta con la foto de todos ellos le acompañó durante los partidos de Copa. “Me siento arropado”, destaca el caballa.
Y no sólo por los suyos, sino también por la gente del fútbol-sala de Ceuta, ya que “sé que tengo muchos amigos que se preocupan por mí y me siguen, que me apoyan a través de las redes sociales y también por la prensa. Todo lo que hago va también por ellos”, dice.
Al jugador ceutí aún le cuesta creer que juegue en la mejor liga del mundo, pero no se le sube a la cabeza, y aunque cuente “con la confianza del entrenador y de mis compañeros”, recalca que “soy joven y me queda mucho por aprender todavía”.
Y por último, y no menos importante, una alabanza más para el fútbol-sala que se trabaja en Ceuta, en donde “se está demostrando el buen trabajo con gente como Dani Cabezón en el Gáldar (Primera División) o Tuli en Italia (Kaos Futsal, Primera también)”.
También está al tanto de la internacionalidad de Juan Mora con la Sub-18 (él mismo vistió la ‘Roja’ con la Sub-21), “una muestra más del buen hacer de nuestro deporte”, recalca.
Por eso lamenta que el fútbol-sala “no se apoye lo suficiente en Ceuta”, y no le cabe duda de que “de ser así nos daría muchas alegrías”, recordando “la gran campaña del Ceutí el año pasado, cuando tuvo que descender por presupuesto pese a haber jugado la fase de ascenso”.
El jugador caballa, hay que recordar, jugó dos años en el juvenil y en el Primera B y A hasta que se marchó a Melilla para jugar en el equipo de la ciudad norteafricana hasta su fichaje por el Santiago Futsal (antes conocido como Lobelle Santiago).
Desde entonces el ascenso del jugador ceutí ha sido, simplemente, meteórico.