Un muro de unos quince metros de longitud se ha convertido en una preocupación para los vecinos del portón 27 de
Los Rosales, en Ceuta, cerca de la plazoleta Ramón de la Cruz. Y es que esta construcción que apenas está siendo terminada, una vez que comiencen las lluvias será un gran quebradero de cabeza. José Martínez Álvarez, un vecino preocupado por la situación, señala que los dos desagües o canaletas que le colocaron están “mal ubicados” y además son insuficientes. “Si ya el invierno pasado sin el muro, era una cascada lo que caía, ahora va a ser mucho más, un pantano con caída libre”. Martínez Álvarez explica que la obra está prácticamente terminada “y no encontramos solución”. El mayor temor de los afectados es que el agua y todo lo que arrastre la lluvia vaya a caer justo al frente del portón de salida del edificio 27.
Los trabajos comenzaron hace apenas un mes, pero los vecinos desconocen mayores detalles al respecto, más allá de opinar que el muro “no tiene mucho sentido”, argumentando que
no se edificó de manera correcta y ahora las consecuencias las comenzarán a sufrir cuando empiecen las lluvias y no se pueda hacer mucho al respecto. Para colmo de males, Martínez Álvarez señala uno de los desagües da hacia una escalera, la que baja del portón número 25. “Eso forma una catarata y si a eso le metes más presión de agua, si eso ya era intransitable el problema se va a multiplicar por diez”. Insiste en que se deben hacer las correcciones pertinentes antes de que haya algo que lamentar. “Todavía están a tiempo porque tienen aquí el material de trabajo y se puede solucionar”. El vecino ha podido conversar directamente con los trabajadores a los que les fue encargada la obra, pero desafortunadamente no ha podido lograr nada.
Teme que los trabajos queden así en perjuicio de los
vecinos que viven en el edificio 27. “Hay que imaginarse por ejemplo cuando una presa de un embalse se desborda por arriba, eso es lo que va a caer desde una calle que está a unos veinte metros más arriba aproximadamente”. El vecino recuerda que en época de lluvias ya el acceso al 27 era prácticamente imposible y ahora no se quiere imaginar lo que ocurrirá este año. “Ahora va a ser peor”. A eso le agrega los posibles atascos de los drenajes con hojas y desperdicios”. Cree que con dos drenajes adicionales, agregando una canaleta a nivel del suelo para sacar el agua, se podría solucionar “una parte del problema”, pero no completamente.