El acusado, que trabaja como militar en Ceuta, aseguró que hacía acopio por una operación quirúrgica
La magistrada del Juzgado de lo Penal 1 ha condenado a D.P. a un año de prisión, que será suspendido por dos años de responsabilidad personal subsidiaria, y una multa de 314,75 euros por un delito contra la salud pública, al intentar el paso de 200 gramos de hachís a la Península.
El acusado, militar de profesión, declaró que la droga era para consumo propio y que había hecho acopio de la sustancia para trasladarla hasta San Roque, donde reside (aunque trabaja en nuestra ciudad), ya que no regresaría a Ceuta durante varios mese, al tener que ser sometido a una intervención quirúrgica.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso El Faro de Ceuta, se argumenta que el documento en el que se acredita la citada intervención no es el original, está parcialmente ilegible y al hecho de que el acusado no hiciera referencia al informe médico ni a la fecha exacta de la operación.
Además, la misma sentencia asegura que el contenido no es propio de los documentos facultativos y que parece servir de “coartada”, máxime cuando “no aparece recogido en otros informes médicos”.
Si bien no duda de la veracidad de esta intervención, la magistrada alude a una “mera excusa” ya que, a sabiendas de la existencia de controles en el puerto, el acusado se arriesgó a pasar tal cantidad de hachís sin saber la fecha exacta, a pesar de que iba y venía todos los días hasta nuestra ciudad.
En ambos Penales se han juzgado varios casos similares de militares que han sido interceptados en el puerto, todos ellos con 200 gramos de hachís, la cantidad máxima autorizada para que sea considerado como sustancia para consumo propio y no destinada al tráfico de drogas.