Con la sala usos múltiples de la Biblioteca Pública de Ceuta a rebosar de gente, muestra del gran afecto que se tiene al ceutí Paco Sánchez, este recibía de manos de Maruchi Miaja el Premio María Miaja, otorgado por las asociaciones 'Mujeres Progresistas' y Búscome.
Entre los asistentes, rostros muy conocidos del socialismo ceutí, como Juan Gutiérrez, Cristina Pérez, Juan Hernández o la propia delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, que acudía como socialista y como amiga, además de otros miembros de la nueva ejecutiva del PSOE.
El acto de entrega de este premio se inició con unas sentidas palabras de Mayte, nieta de María Miaja, que hizo un emocionado recuerdo a la figura de su abuela con unas vivencias llenas de anécdotas, siempre vinculadas al socialismo ceutí y a la lucha por las libertades. Un ejemplo de coraje para todos aquellos que se convirtieron en una auténtica familia, y no solo de sangre, pues el partido, como su propia nieta reconoce, sus compañeros socialistas, eran su vida. La vida de una mujer que nació un siglo antes de cuando le correspondía, y se convirtió en todo un referente de las cosas importantes de la vida, no solo para sus hijos y nietos.
Antes de entregar el premio, Maruchi Miaja, hija de María, hizo obligada referencia a que la imposibilidad de entregar el premio el pasado año por la pandemia, aunque que este año tenía claro que sí debía entregarse. El nombre de Paco Sánchez salió a relucir entre las propuestas, una propuesta que fue, a todas luces, acertada, dada la gran acogida de público con la que ha contado este año la entrega del galardón, afirmó.
La hija de María Miaja hizo un recorrido por la valía y la gran labor bibliográfica de Paco Sánchez que lo hacen tan merecedor del Premio concedido este año al ser no solo un interesado constante por su ciudad y su historia, sobre todo la más oculta o menos conocida, sino también por el gran trabajo realizado para recuperar la memoria histórica, en el que luchó por poner nombre a los numerosos represaliados y fusilados tras la sublevación de 1936 en la ciudad.
Así lo afirma cuando refleja el escrupuloso trabajo que ha desarrollado Sánchez para dejar testimonio de la dura represión llevada a cabo en la ciudad, sacando a la luz nombres y hechos que había permanecido ocultos más de 40 años.
Destacó, además, el hecho de que partiera de una propuesta suya que el querido y médico y alcalde republicano, Antonio López-Sánchez Prado fuera finalmente reconocido por la ciudad simbolizado en la estatua que hoy se encuentra en la calle que tiene su nombre y que hoy representa, de forma simbólica, a los más de 268 ceutíes que fueron fusilados.
Paco Sánchez recogió el galardón, que fue entregado por Maruchi Miaja, visiblemente emocionado, agradeciendo la concesión del mismo a las asociaciones Mujeres Progresistas y Búscome, que quiso dedicar, en primer lugar, a su familia, que representa el apoyo continuo de su labor investigadora
Hizo un recuerdo al apellido que lleva el galardón, reseñando la importancia que ha cobrado el apellido Miaja a todo su trabajo, empezando por la figura de Fructuoso Miaja, muy vinculado a un periodo especialmente convulso en la ciudad en el que su activa memoria fue fundamental para dejar testimonio vivo de lo que supuso la sublevación de 1936 y las consecuencias que trajo para numerosos ceutíes.
Para finalizar, Sánchez hizo un recorrido por la historia 20 mujeres ceutíes que lucharon por la libertad, sobre todo vinculadas al fatídico golpe del 36; mujeres que sufrieron vidas difíciles, que fueron represaliadas en numerosas ocasiones con el fatídico final de la muerte, en otras con el exilio obligado de la tierra que les vio nacer, dejando atrás su familia y lo que hasta entonces había sido su hogar, como Antonia Céspedes Castillo, Isabel Mesa o Laura Pérez Trillo entre otras.
Se os ve de que pie cojeais.