Fue en el año 1987 cuando Paco Casanova comenzó en el mundo de las artes marciales. Sus inicios fueron junto a Rafa Muñoz, “del gimnasio Ushiro” en Ceuta. Desde entonces, esta disciplina se ha convertido en un forma de vida para el ceutí, ya que está pasión ha ido creciendo con el pasar de los años.
Siendo joven, “mis padres se fueron a Cataluña a trabajar”, pero eso no le impidió que dejara de lado su pasión, pues “hice judo en Girona”. Un deporte que lo acompañó durante diferentes etapas de su vida, ya que cuando vivió en Madrid y Palma de Mallorca, también lo practicaba.
Pasado un tiempo, el ceutí decidió volver a su ciudad natal, donde volvió a la competición. Y es que Casanova siempre se ha considerado “un competidor”.
Pero esta disciplina empezó a perder aficionados en nuestra ciudad, por lo que “no tenía a mucha gente como para poder entrenar a nivel”.
En ese momento, Casanova decidió centrarse en sus hijas, de las cuales “una de ellas estaba en judo junto a mi sobrino, que también lo hacía”. Esta situación le llevó al deportistas a tomar el papel de entrenador, pues “estuve mucho tiempo dándole clases a ellos”.
La pandemia fue el punto de inflexión para el ceutí. Un momento en el que “me vine un poco abajo porque no me sentía motivado”.
Fue en ese momento en el que Casanova comenzó a tomar más contacto con otras disciplinas como el Jiu-Jitsu o el Grappling.
“José Anaya siempre me animaba a que fuera con ellos. Me decía que había un grupo muy bueno. El profesor en ese momento era Rafa. Una persona que enganchaba mucho a la gente”, indica el luchador.
Poco a poco el deportista se fue adentrando en estas modalidades, “cuando terminaba las clases de los niños, me quedaba muchos días con ellos” e incluso “empecé a entrenar”. Pero hubo un momento “en el que determiné que el judo se merecía un descanso”.
Desde entonces, Casanova se dedico “casi de pleno” al Jiu-Jitsu. Pero la marcha del entrenador hace que “me toque quedarme con la clase”, por lo que decide “tirar por el Grappling”.
Además, su título como entrenador nacional de defensa personal policial, le permitía progresar en esa disciplina, por lo que “podía ofrecer a mis alumnos la posibilidad de crecer”.
Desde entonces, estas disciplinas han ido teniendo una gran aceptación en la ciudad, llegando a estar “dos años compitiendo en Jiu-Jitsu, en la Copa Kimura”.
Un campeonato en el que ya han sido varias las medallas obtenidas por luchadores caballas: “El primer año tuvimos un oro, que conseguí yo. Una plata, que la hace David.Y otra más que consigue Pedro, que competía con otro club pero entrenaba con nosotros”.
Además, para esta temporada, han dado un salto más allá, al consolidarse como “un club independiente y reglado al Campeonato de España”, afirmó Paco Casanova.
Para el ceutí, las artes marciales le proporcionan “mucha estabilidad”. Debido a su trabajo, “muchas veces veo cosas desagradables que me provocan mucho estrés”, por lo que esta disciplina “me ayuda a soltarlo. Me ayuda a centrarme, a focalizar y a no guardar ira. Me ayuda a intentar mejorar como persona”, asegura.
Un gran nivel de luchadores
Para Casanova, la clave del éxito está “en la materia prima que tenemos”. Para él “es muy importante el feedback de los alumnos. Yo tengo que nutrirles y a la vez nutrirme de lo que me dan para prepararlos para la competición”. Pero sobre todo, el ceutí considera que “hay que incentivarlos mucho para que quieran estar en este deporte”.
Asimismo, para el luchador “llama mucho la atención que de un gimnasio tan pequeño haya un campeón de España y hayamos sacado varios luchadores”. Una situación que “llama mucho la atención en el panorama nacional”.
Aún así, afirma que en Ceuta “siempre ha tenido muy buenos luchadores, además de formadores”. Una gran lista de nombres entre los cuales están “mi mujer que ha sido subcampeona de Andalucía, mi primo que fue campeón de Andalucía. Orlando, que también ha sido campeón de España en lucha”. Pero el problema se encuentra “en el relevo generacional”, pues no se cuenta con ello, haciendo que “la cosa se vaya estancando poco a poco”, indica.
Recuerdos de su carrera
De su carrera deportiva, Casanova tiene muchos recuerdos. Poniendo la vista en sus inicios, el luchador recuerda con especial cariño su primera medalla, “que la tengo guardada”. Un metal que obtuvo en Estepona, en el que sería “mi primer campeonato. Fue la primera vez que me enfrenté a alguien fuer del gimnasio”.
Pero también tiene grandes recuerdos a nivel de Guardia Civil, donde “he competido en varios Campeonatos de España”, llegando a quedar tercero en el Nacional.
Además, el luchador caballa también ha tenido que enfrentarse a unas liguillas que considera como “muy duras”, pero que han sido “grandes experiencias”. Liguillas en las que “cada año te encontrabas con un rival con el que tienes la sensación de saber si ganarás o perderás, pero con el que mantienes una bonita amistad. Como es mi caso con Moisés, con quien me enfrenté en las dos últimas finales, pero es un gran amigo”.
Futuro
Paco Casanova adelanta que tienen pendiente dos nuevos proyectos: “Una de ellas es la Copa España, que se celebra en Sevilla, pero de momento no ha salido. La otras es la Copa Kimura, que debe estar a punto de salir”. Además, “si llego bien físicamente”, estaré en el Campeonato del Mundo de Hungría”.
Una alegría para los que te admiramos Paquito. Que tengas suerte Paco!