El Instituto Ceutí de Deportes (ICD), dependiente de la Consejería de Juventud y Deporte, informa de que el próximo viernes, día 24, las instalaciones del complejo deportivo José Ramón López Díaz-Flor permanecerán cerradas por labores rutinarias de fumigación en el edificio.
Estos trabajos de desinfección y desinsectación de las instalaciones deportivas están recogidos en el Plan de Mantenimiento de la Ciudad, por lo que se llevan a cabo de manera periódica para el funcionamiento óptimo de las mismas.
Ya en la jornada del sábado 25, los usuarios podrán volver a disfrutar de las pistas y de la piscina del polideportivo. Para ello, el ICD recuerda que es posible reservar el horario a través del sistema online de citas previstas, disponible en la web oficial del organismo deportivo.
Reapertura tras las obras
Las instalaciones del complejo deportivo Díaz Flor, en Ceuta, recuperaron la actividad tras su cierre por obras el pasado mes de noviembre, con un importante retraso sobre lo previsto inicialmente. Era lo que faltaba, después de tanto tiempo de espera, obra y remodelación. Así, ya desde antes se estaban usando para la práctica del waterpolo, pero tras la actuación comenzó a practicarse la natación libre y se reanudaron las escuelas de bádminton y voleibol, así como algunos partidos de la Federación de fútbol.
La inauguración oficial se realizó de manera definitiva el pasado uno de diciembre, con un acto enmarcado en la gala del deporte; sin embargo, ya a finales de noviembre se abrió para la natación al aire libre.
Una de las partes más llamativas de estas instalaciones son los paneles de la fachada, elaborados en hormigón con aislamiento al tratarse de un material que ofrece más protección térmica, lo que revertirá en una mayor eficiencia energética.
Nada más entrar está un hall de recepción en el que las dos partes estarán bien diferenciadas. Por el lado izquierdo: el acceso a las pistas y por el derecho, a la piscina. Todo ello con la vigilancia de dos tornos que facilitan el paso. El polideportivo cuenta, además, con 18 vestuarios, todos ellos adaptados para minusválidos, dos ascensores y un montacargas.
La cubierta está elaborada en madera en vez de contar con la estructura metálica anterior para evitar la oxidación del techado debido al cloro de la piscina y la humedad que genera la climatización que se emplea en unas dependencias de estas características.