Llevamos años sabiendo que las tornas del negocio cinematográfico no sólo estaban cambiando, sino que podemos afirmar que han cambiado. La manera de construir cine (rentable) pasa por el modelo que Disney/Marvel/Pixar/Lo que se tercie ha modelado a su antojo con infinita astucia y con olfato para encontrar un enorme filón de oro que tiene pinta de tener bastante explotación por delante.
La propuesta de Star Wars o cine de superhéroes marvelitas con el complejo entramado que enlaza las historias de estos últimos es la de gigasuperproducciones con presupuesto infinito y campaña de marketing descomunal para recaudar lo invertido en el sólo fin de semana del estreno y de ahí en adelante, aguantar en cartel todo lo posible (que es mucho) y que ya todo sean beneficios. Lo que hace enseñar músculo a la compañía es que a decir verdad, el plan se cumple casi por inercia, y viendo los numerosos precedentes, el riesgo es mínimo. Mención aparte de la recaudación oficial merecen los beneficios en posteriores distribuciones y ventas de la película en cuestión en sus diferentes formatos y el siempre poderoso merchandising, casi imposible de cuantificar en números.
La franquicia de Los vengadores va llegando al final de los contratos firmados con los intérpretes, pero como es más que lógico y evidente, ya hay planes por parte de la productora para asegurar la continuidad del cine de superhéroes con cita anual durante al menos otra década. Por otro lado, Disney está trabajando en la adquisición de personajes clave cuyos derechos posee 21st Century Fox, lo que le aportaría al repertorio algunos clásicos como son X-Men y Los 4 fantásticos. Así que a los vengadores podrían unírseles el mundo mutante y el glamour del primer supergrupo de Marvel. De lo anunciado hasta ahora por la multinacional, la Fase 3 terminará en 2019 con la primera entrega de Capitana Marvel y Los vengadores 4 entrega, y la cuarta fase comenzará ese mismo año con Spider-Man: Homecoming 2. Para 2020 están previstas Guardianes de la Galaxia 3, Viuda Negra y la segunda entrega de Doctor Strange; para 2021 quedan las secuelas de Black Panther, Guardianes de la Galaxia 4, Ant-Man y la Avispa 2, Capitana Marvel 2, Avengers 5 y la Viuda Negra 2 (sin haber estrenado la primera para calibrar su impacto, ¿van o no van sobrados?). Evidentemente han llegado para quedarse…
Pero vayamos al meollo del asunto, al combustible que mueve el mecanismo, al fin que da sentido a todo: Avengers Infinity War, el último superproyecto que aún tenemos en cartel (y lo que le queda todavía) ha roto históricas barreras de ganancias; ha alcanzado el título vip de traspasar la difícil barrera de ser una de las pocas cintas en superar los mil (¡!) millones de recaudación, pero el caso es que, en apenas once días, lo ha hecho más rápido que cualquier otra película nunca (en su primer fin de semana ya superó ampliamente los 600 millones). Y todo ello sin que la película se hubiese estrenado aún en China, con lo que conlleva un mercado tan descomunal en potenciales espectadores…
Pero, atención al dato, con lo mencionado, Infinity War se ha convertido el sexto proyecto de Marvel que logra superar la salvajada de mil millones de dólares de recaudación, y ya pisa los talones a Avatar, la más taquillera del ranking (2.787.965.087 $). ¿El cine de románticos artesanos toca a su fin?