Finalizados los trabajos, los jefes de Bandera pasaban revista al personal y a los locales y el jefe de Campamento al resto. Una vez terminada la revista se cantaban los himnos y se ensayaban los desfiles propios de la unidad y se rendía un homenaje de recuerdo y agradecimiento a los muertos.
Uniformidad
Durante estos años la uniformidad marcada para la formación ha sufrido numerosos cambios, inicialmente se formaba con: “Cazadora, botas, correaje y armamento”.
Posteriormente, y durante muchos años, quedó especificada la uniformidad para Oficiales y Suboficiales, con mando de Sección en: “Gorro, guerrera, calzón, correaje sencillo, sable, bota alta y guante blanco”, para los Sargentos como la Tropa y para la Tropa: “Cazadora, botas, machete y cantimplora al costado izquierdo, bolsa de costado en el derecho, correaje con bomberas, armamento y municiones”.
Al igual que para las denominaciones, a lo largo de estos años se fueron modificando las normas de uniformidad en función del equipo disponible, de la época del año y de las condiciones climatológicas, sirviendo como ejemplo la introducción de alguna de las siguientes prendas o equipo para algunas de las formaciones desde 1939: guerrera, camisa legionaria (de manga larga remangada o de manga corta), traje legionario, uniforme de instrucción, camisola, alpargatas, municiones, pantalón briche (tela legionaria), calzón (tela legionaria), pañuelo de cuello, pistola para oficiales, chubasquero en caso de lluvia, correaje de cuero doble y correaje de lona con trinchas.
Fue en el año 1984, cuando se formó por primera vez en el Tercio “Duque de Alba 2º de la Legión” con pantalón de sarga, camisa, correaje de cuero negro y gorro de fieltro, uniformidad similar a la que se emplea en nuestros días y que sufre pequeñas variaciones (pantalón noruego, sarga completo) según la época del año y según las normas específicas para algún acto en particular.
Denominaciones
A lo largo de estos 60 años de historia, esta formación ha recibido diferentes denominaciones oficiales. Así pueden citarse como más características las de: revista de organización y ganado en julio de 1940, zafarrancho y revista de organización en Julio de 1943, zafarrancho, revista de organización y desfile en julio de 1847, revista de organización y desfile en marzo de 1951, zafarrancho y formación en marzo de 1952, revista de organización y desfile en marzo de 1964, revista de organización, desfile y honores a los muertos en septiembre de 1980 y formación y honores a los muertos en abril 1987.
Aunque popularmente siempre fue llamado Sábado Legionario, la denominación oficial se remonta a marzo de 1990.
Periodicidad
La frecuencia con la que se han realizado estos actos de los sábados ha ido en consonancia con el paso del tiempo y las normas del resto del Ejército.
Del estudio detallado de las órdenes del Cuerpo desde 1939 se desprende que la formación, en sus orígenes, se realizaba todos los sábados del mes y todos los meses del año; concentrando a toda la Unidad en el Patio de Armas del Acuartelamiento de Riffien y llegando a desplazarse desde Ceuta, en el tren de primeras horas de la mañana para que tomara parte en el acto, a la Música.
Con la entrega de la zona española del Protectorado, la “formación” se centralizó en el Acuartelamiento de “García Aldave”, donde se encentraban las Banderas IVª, Vª, VIª y la Compañía de Plana Mayor, con las Escuadras de Gastadores, la Música y la Banda de Cornetas y Tambores.
En el año 1973 las formaciones se empezaron a realizar cada dos sábados al mes, celebrándose alternativamente en cada uno de los acuartelamientos de las Banderas.
En el año 1977 la “Revista de Organización y Desfile” se llevo acabo cada sábado en una Bandera, reuniendo el último sábado del mes a todo el Tercio en “García Aldave”.
En 1978 y 1979 la formación pasó a tener una periodicidad de un sábado al mes.
En 1980, de nuevo, las formaciones se realizaron todos los sábados.
Desde el año 1982 las formaciones se vienen realizando mensualmente en García Aldave.
Hoy como ayer, el sentido del Sábado Legionario sigue siendo el mismo. Rendir homenaje a nuestros muertos. Un sábado Legionario, no es por tanto un espectáculo o un alarde militar; y si se convierte en algo espectacular, es precisamente por ser la expresión de unos sentimientos, hondamente experimentados por todos los que participan en el acto, desde el legionario más moderno hasta el Jefe de Unidad.
En el caso concreto de Ceuta, no sólo gran número de ceutíes y visitantes de la ciudad pasan por el Patio de Armas de García Aldave, año tras año, tratando de llevarse un trozo de Legión en sus retinas y sus corazones, sino que también podemos encontrar entre sus invitados a importantes autoridades civiles.