Representantes de la Consejería de
Medio Ambiente y Servicios Urbanos se comprometieron esta semana con la Asociación de Empleados del
Taxi de Ceuta a agilizar lo antes posible la actualización de la ordenanza para los asalariados del sector, que lleva pendiente nueve meses.
Esa será la respuesta que el consejero, Yamal Dris, dará a la interpelación prevista para el Pleno del lunes, en la que el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (
MDyC) preguntará sobre las medidas que tiene previsto tomar el Gobierno local acerca de las reivindicaciones que han venido realizando los asalariados del taxi durante las últimas semanas. Según declaró el presidente de la asociación, Francisco Manuel Toledo, esperan que la ordenanza esté lista a finales de año, o ese es el compromiso adquirido por la Consejería. “Se va trabajando en ello, pero lentamente”, aseveró Toledo, quien afirmó que no se trata más que de tener “un marco legal” al que ajustarse.
En primer lugar, lo que está solicitando el colectivo es poder llevar uniforme, especialmente en verano con el calor, o, en su defecto, unos pantalones de vestir por las rodillas y un polo que les permitan conducir cómodos. Sería algo similar a lo que ya hacen en Palma de Mallorca, donde los taxistas usan unos náuticos y un polo, mientras que en Ceuta, actualmente, están obligados a vestir de pantalón largo.
Al mismo tiempo, Toledo desveló que habían pedido que se les quitaran a los conductores antecedentes penales derivados de sanciones de tráfico u otras faltas de importancia menor, pero no de asuntos tan graves como violaciones o pederastia.
La asociación solicita que el 50 por ciento de los taxistas trabaje los fines de semana
Igualmente, los asalariados esperan que se regule la flota oficialmente al 50 por ciento para los fines de semana, puesto que eso les permitiría imponer sanciones a los chóferes que incumplan la norma. Ahora mismo no se puede hacer, porque es algo solamente “oficioso”, reconoció el presidente de la Asociación de Empleados del Taxi.
Sobre el ansiado plan de reconversión, en realidad, los asalariados no tienen muchas noticias. “Ellos sabrán lo que hacen”, dijo Toledo, quien aprovechó para exigir a los representantes de Vox que se “olviden” de ellos, al menos mientras no gobiernen. El gremio está harto de que sólo pongan “pegas”, por lo que Toledo rogó a la formación verde que “se mantenga al margen”. “Cuando necesitemos ayuda, se la pediremos”, concluyó el taxista.
El colectivo volvió a pedir la ayuda de 3.132 euros para hacer frente a las pérdidas de 2021
Por último, Toledo reveló que habían solicitado una ayuda como la que el año pasado recibieron por parte de la Sociedad de Desarrollo de Ceuta (Procesa), una cuantía de 3.132 euros por persona. Dicho dinero sirvió para paliar parcialmente las pérdidas sufridas durante el año 2020, particularmente desde marzo, cuando empezó la pandemia de coronavirus y se decretó en España el Estado de Alarma.
Este año vuelven a reclamar la ayuda para hacer frente a las pérdidas de 2021, porque aún las hubo, puesto que, según recordó Toledo, todavía permanecían vigentes ciertas restricciones.
Lo más que consiguieron respecto a este asunto fue que los pusieran en contacto con Carlos González Chacón, asesor de la Consejería, quien les indicó que trataría su reivindicación con la titular de Economía, Hacienda y Función Pública, Kissy Chandiramani Ramesh, pues, al fin y al cabo, es de este departamento de donde han de salir los fondos destinados a las compensaciones reclamadas por los taxistas.
Alrededor de 200 taxistas en la ciudad autónoma
Actualmente hay 121 licencias de propietarios y unos 80 asalariados en el sector del taxi en Ceuta, por lo que, en teoría, el número total de conductores está en torno a los 200. Sin embargo, el presidente de la Asociación de Empleados del Taxi de Ceuta advirtió de que esa cifra no es real del todo, pues hay algunos propietarios que “trabajan menos”. De los 200 conductores, pues, alrededor de 100 deberían trabajar el fin de semana. Si los asalariados del taxi consiguen que se actualice la ordenanza para hacer oficial lo que, hasta ahora, tan sólo es una costumbre, se podrá sancionar a quien incumpla la normativa.