Un total de 38 opositores (entre ellos solamente una mujer) llegarán a las pruebas físicas del proceso selectivo convocado por la Ciudad Autónoma de Ceuta en verano para cubrir ocho plazas en el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) tras superar la primera prueba, la práctica, que tenía como finalidad que los aspirantes demostrasen tener “perfecto conocimiento del medio en el que va a desarrollar su trabajo”.
A cada uno se le facilitó un vehículo con el que, acompañado por varios miembros del Tribunal, debía trasladarse a uno o varios sitios o lugares de la ciudad que previamente les fueron indicados. Únicamente dos candidatos, ambos por no presentarse, han sido eliminados.
Las pruebas físicas, que vendrán a continuación, estarán compuestas por ocho ejercicios que se realizarán previa convocatoria al efecto y con el siguiente orden de ejecución: ascender la torre de entrenamiento del Parque de Bomberos; subir la autoescalera, press de banca, trepa de cuerda, lanzamiento de balón medicinal (de cinco kilogramos los hombres y de tres las mujeres), natación (200 metros) y carrera de velocidad (50 metros lisos) y resistencia (1.500).
Los tres primeros serán dirigidos y controlados por funcionarios del SEIS que serán designados por el órgano competente en materia de personal de la Ciudad bajo la supervisión de los miembros del Tribunal y los otros cinco por personal técnico designado al efecto.
La prueba final de conocimiento consistirá en desarrollar por escrito durante un periodo de cuatro horas tres temas elegidos al azar, uno de cada uno de los grupos que figuran en el temario. La lectura del ejercicio será pública y deberá ser realizada por los aspirantes.
Para terminar, los ocho mejor valorados que sean nombrados funcionarios en prácticas accederán al Curso Selectivo de Formación que tiene como objetivo proporcionar a los aspirantes aprobados “la formación y capacitación suficiente para desarrollar con eficacia las funciones que van a ejercer en el desempeño de sus puestos de trabajo por lo que deberá ser eminentemente práctico”.
El reconocimiento médico descabalgó a 46 de los 86 aspirantes admitidos inicialmente al proceso selectivo. Los aspirantes debían entregar a los asesores médicos una analítica de sangre y orina, un electrocardiograma con indicación de la presión arterial, una espirometría forzada y un test de agudeza visual sin corrección a fin de acreditar que no sufren ninguna enfermedad ni defecto físico, psíquico o sensorial que les pudiera impedir ejercer normalmente las funciones de bombero. La mayoría de los excluidos lo fueron por no comparecer al primer llamamiento.
Y tantas pruebas, para hacer barbacoas en el parque de bomberos ?
Más bomberos ?? Como hay pocos