Se me ocurren 19 vías y 500 letras de Sabina para ornamentar como recurso este artículo, pero probablemente no inventaría nada con ello, ni tampoco estaría a la altura de la poesía urbana del mítico cantautor. Además, Sintiéndolo mucho, mismo título que la flamante canción de los créditos que le acaba de suponer al propio Sabina y a Leiva el Goya a la Mejor Canción, es una película, y corresponde centrarse en ella como tal, evitando la tentación de hablar exclusivamente del protagonista, que de eso ya se encarga el propio documental.
Fernando León de Aranoa se ha embarcado en la difícil tarea de seguir durante trece años a su amigo Joaquín Sabina; difícil sobre todo por lo que tiene el trabajo durante tanto tiempo y por lo difícil de acompañar que por naturaleza es una personalidad de verso suelto como es la del cantante. Y en este viaje, el cineasta recoge sobre todo la faceta sin bombín del artista, su lado más humano, con sus debilidades, sus oscuridades, sus flaquezas contadas a calzón quitado y que agranda por ello su figura. Comparte con sinceridad sus confesiones ahora que se reconoce en un ocaso profesional, fruto de la vida acomodada, que no le permite componer una sola canción, pero con cuerda suficiente como para salir del accidente que tuvo en 2018 y que abre la película, y con fuerza como para volver a la carretera. Artista y figura hasta la sepultura, perdonen la tristeza (uy, se me ha escapado).
Este proyecto realiza un viaje, que no una retrospectiva, desde los inicios del artista hasta el día de hoy, con imágenes de casi todas las épocas, desde detrás de bambalinas, desde una habitación de hotel, desde su propia casa o desde cualquier otro sitio en el que ha surgido la magia de un buen material surgido de una charla, una anécdota o un testimonio solemne.
Sabina comparte a sus amigos con la cámara, sus reflexiones a toro pasado (nunca mejor dicho, ya entenderán los que se animen a ver la película), sus preocupaciones, sus tristezas, sus espinas (clavadas o no, nadie es profeta en su tierra, ya lo entenderán también), sus amores (en lo amplio del término, no sólo hablando de personas, que también), el origen del sentido de muchas de sus letras… y sobre todo sus juergas (y le dieron la una, las dos… ops, otra vez, compréndanme que cuesta controlarse). Porque hay que ser artista (y sin filtro) para salir en el 75% de un documental sobre tu vida pimplando, y en no pocas secuencias, completamente trompa. Viva la naturalidad, y cada uno busca su creatividad donde sabe que la encuentra.
Nominada al Goya a la Mejor Película Documental, este notable trabajo de Fernando León de Aranoa puede adolecer de saber a poco después de 13 años, pero es un buen legado adicional que un mito de la canción en español, letrista sin parangón, merece dejar a sus fans para el futuro, además, claro está de sus más de treinta, de momento, atemporales discos, que no es poca cosa. Disponible desde febrero en Movistar+.
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La ficha
Dirección: Fernando León de Aranoa. Año: 2022. País: España. Duración: 120 min. Género: Documental. Biográfico. Música. Intérpretes: Documental, Intervenciones de: Joaquín Sabina, Fernando León de Aranoa, Leiva, Antonio García de Diego, Pancho Varona, Jimena Coronado, Joan Manuel Serrat, José Tomás, Benjamín Prado, Carmela Martínez Oliart, Manuel Rodríguez, Andreas Prittwitz, Mara Barros, Pedro Barceló, Viceversa. Guion: Fernando León de Aranoa. Música: Leiva. Fotografía: Mariano Agudo, Jose Martín Rosete. Productora: BTF Media, Reposado Producciones, Sony Music España. Distribuidora: Avalon P.C. En plataformas desde: 12 de febrero de 2023.