Agentes de la
Policía Nacional y de la Local se han personado en el
pabellón de La Libertad para llevar a cabo
una nueva repatriación de inmigrantes desde Ceuta a
Marruecos. La operación, a diferencia de la que fue realizada este viernes, se ha llevado a cabo con mayor secretismo. Ya, poco antes de las ocho de la tarde, se han personado en las instalaciones cuantiosas patrullas de la Policía cuyos agentes han accedido al interior del pabellón para proceder a preparar esta repatriación. Se pretende que pueda realizarse esta operación sin problemas. En un autobús van a ser trasladados los marroquíes que hay allí acogidos hasta la frontera, desde donde se procederá a su entrega a Marruecos. La Policía Nacional, al igual que hizo el pasado viernes, tiene que proceder primero a su identificación para subirlos después al bus que procederá a su entrada en la frontera del Tarajal y posterior entrega a Marruecos. Todo esto es lo que está previsto, salvo algún imprevisto de última hora que lo impida pero todos los ‘actores’ están preparados para ello.
Hasta el pabellón de La Libertad están llegando marroquíes de otros puntos de la ciudad con sus maletas, estableciéndose este lugar como punto de recogida. La vía principal de acceso a la barriada de Varela-Valiño la han cortado al tránsito circulatorio normal a la espera de la llegada de los autobuses. Agentes de la Brigada de Extranjería se encargan de cotejar identidades de acuerdo a la lista que tienen para la repatriación puesta en marcha. En este caso concreto sí que las identificaciones de las personas se hacen con las que corresponden a los que están en el propio pabellón. Esta misma mañana la Ciudad había confiado en que la Delegación se comprometiera a dar este paso, después de
la polémica suscitada porque los traslados de los 190 marroquíes habían sido solo de las personas que quiso Marruecos, sin concretar las de otras listas que ya estaban identificados y que se corresponden con personas que hasta la fecha estaban escondidas en el puerto de Ceuta con la intención de viajar a la Península. Los inmigrantes marroquíes van a romper antes el ayuno, en este final casi de Ramadán. De hecho se han preparado varios autobuses para su traslado y se ha incluido comida para que puedan alimentarse antes de cruzar la frontera con Marruecos y regresar a su país, tras la primera salida de los 190. Los componentes de la Brigada de Extranjería tienen que cotejar uno por uno a cada persona que se suba en el bus, de la misma empresa que hizo la repatriación el viernes, Rico Bus, ya que no se ha podido contar con la de Hadú-Almadraba, en pleno plante por no cobrar las nóminas.
Delegación confirma la noticia a las 21:30 horas
La Delegación del Gobierno ha comunicado la información adelantada por este periódico casi una hora después de su publicación, indicando que “fruto de las gestiones realizadas por la delegada del Gobierno en Ceuta con las autoridades de Tetuán, esta noche a las 24.00 horas un segundo contingente de ciudadanos marroquíes, compuesto por 100 personas, será repatriado a través de la frontera del Tarajal”, ha destacado en un mensaje telefónico. “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están preparando el dispositivo para realizar esta operación. El entendimiento y la buena voluntad demostrada por ambas partes ha facilitado la salida de este segundo grupo de ciudadanos marroquíes que se encontraban atrapados en Ceuta como consecuencia del cierre de la frontera”.
De acuerdo con los últimos datos conocidos, hay 136 marroquíes en este pabellón, entre ellos un reducido grupo de mujeres. No se ha concretado cuántos de ellos son los que van a ser trasladados en el autobús, cuya cifra se tendrá que corresponder con los admitidos por el vecino país. En estos momentos ya se ha puesto en marcha el operativo preparado por las fuerzas de seguridad del Cuerpo Nacional de Policía, contando con apoyo de Seguridad Ciudadana por si se produjera algún incidente.
Los vecinos de Varela-Valiño a la expectativa: de los 100 que salen, 55 de ‘La Libertad’
Poco a poco se van conociendo más detalles de esta operación que se lleva con absoluto hermetismo. Por ejemplo, de los 100 marroquíes que van a ser repatriados, 55 son de ‘La Libertad’. Hay que recordar que la Delegación anunciaba la salida de 300 el viernes, pero solo marcharon 190 personas. Ahora van otros cien, con lo que el cómputo global sumaría la lista inicial permitida por las autoridades marroquíes. No es que haya gestiones nuevas, es que se están completando las que se previeron en un principio cuando ya se barajaban ese medio centenar de acogidos del pabellón. La diferencia estriba en que se va haciendo por partes. Los vecinos de Varela-Valiño están a la expectativa de lo que pueda pasar. Asisten como testigos privilegiados a esta operación por sorpresa, que se lleva a cabo cuando nadie lo daba ya por hecho y siguiendo las directrices encomendadas por Marruecos. Porque toda la lista que se pone en escena es la que permite y acepta el vecino país. Desde hace dos meses este pabellón lleva funcionando como albergue. Con una ocupación de 136 personas, se rebajará en 55 pero seguirá de igual manera sirviendo de acogida a los que se han quedado atrapados en Ceuta.
Emotivas despedidas de Cruz Roja
Y en el marco de esta repatriación también queda espacio para los sentimientos. Porque es mucho el tiempo que se ha compartido entre los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja con los marroquíes que han permanecido en el pabellón de Varela. Así, cuando subían a los autobuses camino de la frontera se han podido ver escenas emotivas de los que les despedían lanzándoles con sus manos cariñosos gestos de abrazos y besos. Sí, se marcha gente que ha aguantado mucho, que ha tenido que vivir en un pabellón convertido en albergue y a la que se le ha cogido mucho cariño. Podrán celebrar el final de Ramadán en su tierra, tal y como había auspiciado que se produciría la entidad Residentes Ceuta. Las lágrimas y los gestos de cariño también han formado parte de este final que ha tenido como escenario un pabellón deportivo que va a pasar a la historia por haber tenido una función social que no se esperaba. También han acudido familiares de los que se marchan, porque algunos de los marroquíes tenían a amigos y familia directa aquí en Ceuta, que les han ido ayudando en estos meses tan complicados.