El coronavirus lo ha trastocado todo y también la forma en la que ahora los agentes inmersos en la operación Minerva desarrollan su trabajo: la lucha contra cualquier atisbo de delincuencia. Todavía es pronto para hacer balance, pero lo que parece claro es que este año reportarán menos incidencias que en años anteriores debido al cierre de la
frontera con Marruecos y a que no se realizará, por segundo año consecutivo la
Operación Paso del Estrecho. Eso sí, la crisis migratoria sufrida en el mes de mayo ha hecho saltar todas las alarmas, y que el trabajo sea mucho más exhaustivo ya que estos jóvenes cruzaron el espigón del Tarajal con la única intención de cruzar hacia la Península. Persiguen el tráfico de drogas, el de inmigrantes, la falsificación de documentos… todos los delitos que se dan en las fronteras y que hallan en los puertos, especialmente en la Operación Paso del Estrecho, que este año no habrá.
El inspector jefe de la Policía Nacional al cargo de la operación Minerva en Ceuta, Víctor Suárez, ha alabado en primera instancia el trabajo de cooperación con la Policía Nacional de Ceuta destinados en el puerto. La operación se desarrolla en tres puertos: Ceuta, Algeciras y Tarifa. Este año, por culpa de la pandemia, Tarifa sigue estando cerrado. “Este año no ha habido la Operación Paso del Estrecho, como ya todos sabéis, pero eso no significa que la Policía Nacional con la agencia Frontex no esté preparada para responder a los flujos migratorios”. La operación, liderada por la
Policía Nacional y dirigida por el Centro Internacional de Inmigración y Fronteras, se desarrolla de forma conjunta con la
Agencia Frontex. Los agentes estarán operativos hasta el próximo 8 de septiembre con el principal objetivo de hacer frente a los retos de la migración y posibles amenazas futuras. “Por desgracia, las personas que se dedican a la inmigración irregular, al tráfico de personas, a la trata de seres humanos, como uno de los delitos más deleznable, no va a cambiar su actividad criminal porque haya una pandemia, se va a reinventar. Es uno de los motivos de nuestra presencia aquí en Ceuta, aunque no haya OPE”.
Por ello, y como cada año, además de agentes españoles, en este dispositivo participan efectivos de 15 estados miembros de la Unión Europea. En Ceuta hay portugueses, holandeses, rumanos, búlgaros, griegos, holandeses. Todo para vigilar que ningún inmigrante se cuele de forma irregular entre los pasajeros que acceden al ferri y reforzar la seguridad de la Unión Europea en todas sus fronteras. A todo esto hay que añadir “8 guías caninos de la RGN portuguesa, y 8 policías nacionales de Ceuta de diferentes posiciones y escalas”. Hablando de números, todavía es pronto para sacar conclusiones de la operación Minerva 2021. Aunque el inspector de la Policía Nacional ha comparado las cifras cosechadas el año pasado en pandemia, con la de 2019, cuando todavía no había hecho acto de presencia el coronavirus en nuestras vidas. “En el año 2019 hubo un cruce entre Ceuta-Algeciras-Tarifa de 2.700.000 personas y casi 500.000 vehículos. En cambio, el año pasado cuando ya estaba el coronavirus hubo unas 21.000 personas y de 15.000 vehículos. Estamos hablando de una reducción de casi el 98%, es una salvajada. Pero, de todas maneras, pudimos realizar un trabajo y un control mucho más exhaustivo”. A pie de embarque, con mascarilla e intentando mantener las distancias de seguridad, los agentes pedían a los usuarios la documentación e, incluso en algunos casos, les pedían que se bajasen la mascarilla unos segundos para poder identificarles mejor. Es el trabajo que nos hemos acostumbrado a ver desde la aparición del COVID. La comunicación entre los agentes, sin importar la nacionalidad, es en inglés mientras dan órdenes a los guías caninos para vigilar los camiones y que no se produzca la salida irregular, ni ningún pase de estupefacientes.