La Comisaría General de Información del CNP, en coordinación con Marruecos y el CNI, detuvo a 4 presuntos miembros de dos células radicales, encargadas de adoctrinar a terroristas
El único detenido en Ceuta fue sorprendido en el Tarajal, al cruzar la frontera
Pasaban las 10.30 horas cuando, en plena preparación de los actos del día de la Hispanidad, agentes de la Policía Nacional coordinaban el traslado de un nuevo detenido por presuntas prácticas radicales. Tras ser interceptado en la frontera del Tarajal justo cuando procedía a entrar en la ciudad, se organizó su traslado a la Jefatura Superior con sede en Colón para, desde allí, y bajo fuertes medidas de seguridad, proceder a su traslado a la estación marítima ya que, a diferencia de otros detenidos, se optó por el barco como medio de llegada a la península. El arrestado, de 34 años y natural de Marruecos pero con residencia en España, es uno de los cuatro varones detenidos que también hubo ayer en Altea (Alicante), Tetuán y Castillejos, todos ellos presuntamente relacionados con dos células radicales operativas en España y el vecino país, que trabajaban de manera coordinada en colaboración directa con la organización terrorista Daesh, según los datos difundidos por el Ministerio de Interior. Vestido con una camiseta y pantalón, los agentes le taparon la cara con otra camisa después de tenerlo varias horas en uno de los despachos de la primera planta de la Jefatura. Tras el reconocimiento médico, se dispuso su salida de Ceuta para que en las próximas horas sea puesto a disposición judicial. La intervención ha sido dirigida por agentes de la Comisaría General de Información del CNP así como de la Dirección General de Vigilancia del Territorio de Marruecos, en colaboración con el CNI. Llevaban tiempo trabajando ante la detección de dos células operativas que daban muestra de un elevado nivel de radicalización y compromiso con los postulados del estado islámico. “Operaban a modo de potente aparato de adoctrinamiento, radicalización y envío de nuevos yihadistas a las filas de la organización terrorista”, apuntó Interior. “Recibían además instrucciones directas, apoyo logístico y material propagandístico de una ‘katiba’ plenamente integrada en Daesh y radicada en la zona de conflicto sirio-iraquí”, añadió. El detenido en Ceuta estaba siendo seguido por los agentes de Información desplegados en la ciudad; una unidad que se ha visto reforzada en los últimos años, contando con especialistas en esta materia y con intercambio constante de información con Madrid y agentes marroquíes. En el momento de su arresto, se esperó a que entrara por la frontera del Tarajal para dar traslado del mismo hasta la sede policial en Colón.
Según los investigadores, los dos detenidos en Ceuta y Altea habían jurado lealtad a Daesh y mantenían comunicación directa, constante y fluida con reclutadores y dirigentes de la organización terrorista. De hecho, según avanza Interior, la operación llevada a cabo ha permitido neutralizar una amenaza potencial para la seguridad nacional tanto de España como de Marruecos. “Es una clara muestra de ejemplaridad en la cooperación entre los servicios de información españoles y marroquíes frente a la amenaza global del terrorismo”, puntualizó. Será el Juzgado Central de Instrucción número 6 el que tome declaración a los detenidos una vez sean puestos a su disposición, junto con las pruebas que han sido recogidas por las fuerzas de seguridad investigadoras. Interior considera que el entramado formado entre los detenidos era bastante “estable” y que viajaban continuamente a España y Marruecos con el objetivo de “fortalecer la cohesión del grupo” así como para determinar “líneas de actuación y apoyo logístico mutuo”. Tanto el marroquí interceptado en la frontera como el arrestado en Altea habían jurado lealtad a Daesh y, aclara Interior, “mantenían como activistas de pleno derecho una comunicación directa, fluida y constante con reclutadores y dirigentes de la organización terrorista”. Desde el año 2014 los investigadores tenían información de operatividad de células en esta línea, avanzando en unos conocimientos que les han permitido saber que la estructura de actuación creada por los detenidos se terminó por desdoblar en dos células diferenciadas entre sí con cometidos concretos y específicos en ambos países. La marroquí se encargaba de mantener la ortodoxia, realizaba el adoctrinamiento para cohesionar la estructura frente a cualquier contingencia externa. Mientras, la desmantelada en España desarrollaba las labores concretas de captación, selección y adoctrinamiento de los nuevos integrantes para enviarlos a la zona sirio-iraquí. Los integrantes de la ‘katiba’ eran los que conectaban las dos células con Daesh, dirigiendo la estrategia mediante instrucciones concretas de funcionamiento y proporcionándoles material de propaganda.
Tal y como aclara Interior, la estructura desmantelada por la Policía asumía plenamente la estrategia global diseñada por Daesh en lo referido a formación de células locales que se erigen en una prolongación de la organización terrorista. “De esta forma, la peligrosidad de los detenidos se debía no solo a su capacidad de adoctrinamiento, radicalización y captación de adeptos sino a su predisposición a pasar al siguiente estadio y desplazarse a la zona de conflicto para convertirse en mártires y, como última ratio, perpetrar algún tipo de ataque terrorista en su país de origen o residencia”. A la hora de difundir su labor, utilizaban las redes sociales intercambiando mensajes y material multimedia, publicitando y ensalzando el ideario de Daesh, realizando además llamamientos a los musulmanes para alzarse con armas para eliminar infieles. Los dos detenidos en España tenían un papel asignado: uno, adoctrinando y radicalizando seguidores; el otro, ejerciendo de líder carismático virtual, una especie de director espiritual para captar a sus discípulos. Para evitar ser fichados por la Policía, restringían sus comunicaciones por teléfono y reducían sus encuentros. Esta operación es la quinta en 20 días que se lleva a cabo en distintas ciudades del país, todas dirigidas contra el terrorismo radical.