Los vecinos de las torres del Hacho, ocupantes de este famoso proyecto bendecido con varios premios a nivel europeo, se sienten abandonados. Desde hace años conviven con los cimientos de unos bloques que nunca se edificaron y que se han convertido en cobijo de todo tipo de basura y, también, desde la entrada masiva de mayo, de todo un asentamiento con reparto de dependencias incluido. La obra de las torres nunca finalizó y a la dejadez y el olvido se suman escenas incongruentes permitidas por las autoridades porque son conocedoras de las mismas pero no intervienen.
Así ocurre con la particular ‘casa’ que se ha construido en los bajos de la parte sin edificar, en donde viven algunos marroquíes de los que accedieron a Ceuta hace unos meses y que rechazan acudir a las naves del Tarajal. Allí tienen sus camas, sus muebles, incluso sus trofeos deportivos improvisados. Porque en un submundo así, también sirve el recuperar una copa de la basura para festejar un campeonato inexistente y situarlo como adorno en la habitación fantasma. Paredes pintadas, marcas, leyendas en árabe... Dentro de este asentamiento hay áreas repartidas: las camas por un lado, la ropa por otro e incluso el tendedero. Y todo en el mismo espacio por el que tanto han clamado los residentes, por el que tanto han criticado para que se retirara la basura y se continuara con la construcción dejada a medio hacer.
Los vecinos nunca han entendido cómo se ha permitido el abandono de las obras, la acumulación de basuras y los problemas que esto conlleva. Uno conocido, la formación de charcas; otro también, la generación de vertederos que van a más y que nunca se terminan de erradicar. Y ahora, como consecuencia directa de la crisis de mayo, un gran asentamiento que parece que nadie ve, a pesar de que esta zona es punto habitual de tránsito de los vehículos de las distintas fuerzas de seguridad que ni se detienen a comprobar qué hay.
Marroquíes han ocupado desde mayo los bajos de la zona sin construir
El entorno y la herencia que se van llevando se suma a las protestas por un edificio que aparenta muchos más años de los que tiene, mostrando además una serie de calidades que chocan con el reconocimiento que tuvo esta construcción, incluso bendecida con el prestigioso Europan.
Lo que los residentes piden es una mayor implicación de las autoridades porque se sienten dejados y abandonos, o mejor dicho, durmiendo en el olvido de quienes tienen que evitar este tipo de situaciones. Y no ya que se formen sino que permanezcan en el tiempo.
Una vergüenza de viviendas ,se aprovecharon de las necesidades de las personas de tener una casa digna ,
Una vergüenza de gestión en todos los sentidos
Gracias psoe
Gracias pp
Las mentiras de Juan vivas, llevamos años esperando la reforma de las viviendas y del nuevo aparcamiento, mentiras y más mentiras