¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde estáis?
Acabo de despertar y no estáis a mi lado como todas las mañanas.
Esta noche he pasado mucho miedo, el monstruo ha vuelto a aparecer debajo de mi cama.
Os he llamado varias veces para que me ayudarais a ahuyentarlo, pero como no vinisteis, me tuve que esconder debajo de la sábana.
Al levantarme, he ido a vuestra habitación para daros el beso de todas las mañanas, pero creo que aún estoy soñando, porque nuestra casa es ahora un hospital con muchas camas.
¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde estáis?
Un hombre con bata blanca me abraza y me dice que tengo que ser valiente, que Gaza ya no es la misma y que el hospital ahora es mi casa.
Le he dicho que no me importaría vivir 100 años en este sitio, pero que os quiero conmigo de vuelta. Y el silencio ha sido su respuesta.
Miro por la ventana y veo explosiones que hacen daño a nuestra Gaza.
Miro la tele y veo a gente de otros países alzando su voz juntos por una libre Palestina.
¿Qué está pasando mamá? ¿Qué está pasando papá?
Hace unos días estábamos en casa, disfrutando de momentos de calma y viendo esa película de acción que tanto nos gustaba.
Que tanto nos gustaba, pero que ya no volvería a ver, porque en esa película, el héroe vencía y los buenos ganaban.
Recuerdo que jugaba a ser el héroe que derrotaba a los villanos para conseguir la paz en la faz de la tierra.
¿Qué iluso era verdad?
En el mundo real, veo que no es tan fácil. Que los inocentes mueren y los villanos ganan.
No pude ser el héroe al que jugaba ser, no pude salvar a nuestros hermanos, no pude derrotar a los villanos, porque la fuerza de todos nosotros no ha podido detener la maldad incrustada en sus manos.
¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde estáis?
Aquí todos lloramos por las vidas que están muriendo y las injusticias que se están cometiendo.
Me prometisteis que nunca me dejaríais solo, por eso aún os estoy buscando por debajo de los escombros.
Y nos os miento, aunque siempre os dije que era valiente, hoy siento tanto miedo que hasta me tiemblan los dientes.
¿Hasta cuándo durará esta pesadilla?
Ojalá todo fuera una pesadilla que se esfumara al despertarme.
Si es así, que alguien me pellizque, porque la realidad supera todo lo que nunca pude imaginarme.
¿Ya no podré volver al colegio?
Antes deseaba llegar al cole para jugar con mis amigos, ahora deseo que todos ellos sigan vivos.
Quisiera cerrar los ojos e imaginar que todo esto nunca hubiera pasado, que nos encontramos en el parque cogidos de la mano.
¿Mamá? ¿Papá? ¿Dónde estáis?
En el hospital hay mucha gente y todos están heridos.
Los doctores no dan abasto y nuestros corazones se aceleran por cada estallido.
Mi cuerpo está repleto de heridas, pero no las siento porque el dolor de mi corazón las supera.
Sé que os prometí ser feliz si algún día no estuvierais, pero siendo sincero, desde que he despertado, he olvidado cómo se sonreía.
No sé qué será de mí en los días futuros.
No sé qué será de todos nosotros en este incierto destino.
Solo deseo que todo esto acabe.
Que aquellos que hacen daño pierdan su capacidad de hacer sufrimiento.
Que encontremos la paz y seguridad que anhelamos desde hace mucho tiempo. Y que podamos despertar y vivir sin sentir miedo en cada momento.