Agentes de la
Guardia Civil interceptaron este viernes una embarcación semirrígida dotada con dos motores de 300 caballos cada uno después de que sus dos ocupantes la embarrancaran, dándose posteriormente a la fuga. La investigación ya está abierta para conseguir la identificación de los dos implicados y para indagar la posible relación de esta semirrígida con otros hechos.
Componentes de la Policía Judicial procedieron a su registro. En su interior había gran cantidad de alimentos y restos de todo tipo. De momento la Benemérita la ha intervenido ya que tendrá que aclararse por qué sus ocupantes emprendieron la huida al ver a los agentes del Servicio Marítimo y terminaron abandonando este auténtico ‘bicho’ en el deportivo.
Y es que ese es el resultado final de esta intervención que comenzaba cuando los agentes del Instituto Armado detectaron la semirrígida navegando infundiéndoles sospechas debido a que cumple con todas las características de las que están siendo utilizadas para el tráfico de personas y de drogas. Al acercarse para proceder a su identificación, los dos ocupantes emprendieron la huida, dirigiéndose hacia el puerto deportivo abandonándola y emprendiendo la carrera.
La Guardia Civil intentó alcanzarlos sin éxito. Según testigos presenciales uno de ellos iba al menos descalzo y ambos escaparon en dirección hacia las Murallas Reales. La lancha ha sido ya examinada por los componentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial por si se hallaba alguna sustancia en su interior. La actitud huidiza de los dos ocupantes demuestra que la llegada de la Guardia Civil abortó algún tipo de acto que querían llevar a cabo movidos por la clandestinidad.
La investigación ya está en marcha y se cuenta con pistas relevantes. En las últimas semanas la presión en el mar ha llegado a puntos extremos, con intentos de pase continuados tanto de personas como de drogas en embarcaciones semirrígidas dotadas con potentes motores y en motos de agua.