La época vacacional es un caldo de cultivo para los estafadores que intentan apoderarse de nuestro dinero a través de diferentes fraudes tecnológicos. Y da igual que estés en Ceuta o en cualquier parte del territorio, pues les vale cualquier persona.
Al estar más ociosos en durante la temporada estival, utilizamos más el móvil y eso conlleva una mayor navegación por webs poco habituales y, por consiguiente, “una mayor exposición a los ciberdelincuentes”, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Además, son fechas en las que los hackers aprovechan para desarrollar técnicas estacionales de phishing (vía email) y vishing (vía SMS) relacionadas con los viajes, los alojamientos y el ocio.
Un ejemplo de ello son los mensajes falsos de la DGT informando del impago de una multa; o un descuento espectacular de un apartamento turístico, un hotel, un vuelo o una actividad de ocio para lo cual es preciso adelantar una reserva.
En cualquiera de estos casos, el ciberdelincuente estará suplantando la identidad de empresas u organismos públicos con el fin de conseguir los datos bancarios del usuario y realizar cargos a su costa.
Consejos para no caer en la trampa
Es por ello que la OCU ha dado algunos consejos básicos para que no se caiga en la trampa. El primero de ellos es no abrir mails ni SMS de origen desconocido.
Por otra parte, si el emisor parece ser conocido, pero al abrirlo es alarmista o urge a pinchar en un enlace hay que desconfiar. En este caso se deberá llamar a la empresa en cuestión para comprobar su veracidad, utilizando el contacto que se tenga guardado o en el número que aparece en internet.
Para finalizar, indican que si lo que se recibe es un mensaje o llamada pidiendo directamente los datos bancarios, esta es falsa, debido a que ninguna empresa o banco lo hace así.
500 millones de pérdidas con este tipo de técnicas
El Banco de España calcula que las pérdidas derivadas de los pagos electrónicos producto de prácticas fraudulentas como el phishing o el vishing suman ya casi 500 millones de euros al año.
Y lo peor es que cuando quien ordenó el pago, mediante engaño, fue el propio titular de la cuenta y el importe retirado fue elevado, las entidades financieras pueden llegar a negar el rembolso del dinero sustraído alegando que se actuó con negligencia grave.
La OCU recuerda que la Autoridad Bancaria Europea no solo define como fraudulentas las transacciones de pago no autorizadas, también aquellas en las que se manipuló al pagador para admitir una orden de pago.
Es más, el propio Código Civil, en su artículo 1.265 y siguientes considera que el consentimiento será nulo si se presta por error.
En definitiva, ningún pago que se realice bajo los efectos de un engaño podrá ser considerado autorizado. Y será por lo tanto la entidad financiera la encargada de hacer frente al reembolso.