El archipiélago de Canarias es un precioso conjunto de islas en las que se desarrollan paisajes y hábitats marinos únicos en toda la región de la Macaronesia. Pertenece al grupo central de archipiélagos junto a Madeira y Porto Santo, y con ellos forman una unidad geográfica donde se comparten determinadas especies, y también ambientes submarinos. Ciertamente, los archipiélagos más alejados de Canarias y Madeira son las Azores, al norte, y el numeroso conjunto de islas que forman la actual república de Cabo Verde, al sur. Si bien, a lo largo de todo este gran espacio salpicado de islas, también se encuentran el pequeño archipiélago de las Salvages y un gran número de montañas y bancos sumergidos.
Después de las sucesivas investigaciones llevadas a cabo con los hábitats mesofóticos de Canarias, (entre 50 y 100 metros de profundidad) estamos en disposición de hacer una extensa y novedosa contribución con nuevas especies de fauna invertebrada. En esta ocasión se unirán fuerzas, entre los mentados proyectos de exploración marina en los fondos canarios, con otro programa que persigue los mismo fines para la búsqueda y catalogación de la nuevas especies marinas, de la mano de investigadores anglosajones. Nos referimos a “Ocean Census”, una institución fundada para los mentados objetivos, que abarcan cualquier región oceánica y marina del planeta.
El Museo del Mar de Ceuta ha sido invitado a participar por la experiencia contrastada en la Macaronesia y en especial en los ambientes profundos donde se desarrolló la campaña. Se eligió a la isla de Tenerife por razones logísticas, ya que poseía las condiciones necesarias para albergar un programa de investigación, el asesoramiento científico local necesario y el concurso del MUNA (Museo de Tenerife, Naturaleza y Arqueología) para conservar las colecciones recogidas. Además se contaba con la plataforma logística para poder hacer buceos profundos hasta 100 metros, junto a un sofisticado submarino que alcanza cotas batimétricas hasta 350 metros de profundidad.
Dos de nuestros jóvenes investigadores fueron enviados a Tenerife para cubrir esta campaña y representar al museo ceutí, mientras se mantuvo una continua comunicación entre ellos y la dirección científica, a lo largo del tiempo de duración. Este tipo de labores han de realizarse en grupos de trabajo para poder ser eficaces, y rentabilizar el escaso tiempo que nos planteaban para preparar nuestro informe preliminar de resultados.
El punto seleccionado de la costa de Tenerife no era desconocido para nosotros, pues ya habíamos realizado buceos exploratorios en esta zona. Sin embargo, siguiendo la lógica del nuevo concepto de cripto-diversidad que estamos desarrollando (véase “El nuevo paradigma” en este periódico), no nos ha sorprendido encontrar especies completamente desconocidas para la ciencia, cien metros más profundo de lo que nuestra campaña había prospectado con anterioridad. Esto es lo más sorprendente e inquietante del descubrimiento: el volumen de macro-especies estructurales que queda por describir es inmenso y el de micro-especies incontables.
Nos encontramos con una separación nítida entre especies a favor de la profundidad y a muy poca distancia geográfica unas de otras. Las observaciones que ya habíamos hecho en las costas de Alborán (Ceuta y Granada) se vuelven a reproducir en Canarias, existe una diferenciación de cripto-especies tanto horizontal como vertical, siendo las fronteras geográficas entre ellas muy pequeñas.
Se trata de fenómenos de aislamiento genético debido a las corrientes y al reclutamiento larvario que además nos están contando una preciosa historia evolutiva que debemos descifrar con la ayuda de nuestras observaciones ecológicas, los experimentos de laboratorio y las extracciones competentes de ADN. Todo ellos nos permite entender con profundidad las pautas evolutivas que se están dando en los mares y océanos desde hace cientos de millones de años. Se trata de una auténtica revolución científica en la manera de entender la diversidad marina, y como indicábamos en un reciente artículo publicado en el Decano de nuestra ciudad, también un nuevo paradigma científico: trabajando sobre lo que ya estaba hecho en la descripción de corales marinos, nos hemos dado cuenta de que la mayor parte está por hacer, y todo ello usando las mismas herramientas que teníamos, aunque siguiendo líneas de trabajo que nunca se tuvieron que perder en la ciencia de nuestro tiempo actual.
Por supuesto, que las nuevas técnicas de buceo profundo, la imagen digital y también la biología molecular, están contribuyendo a desarrollar esta nueva forma de entender la ecología descriptiva de ecosistemas marinos, y los estudios avanzados de morfología zoológica. Estamos en el umbral del cambio de paradigma y es un verdadero honor y privilegio poder participar en este impulso revitalizador en la búsqueda de la verdad natural, y de la ciencia hecha con pasión y corazón. Al fin y al cabo, trabajamos para descubrir hechos que nos ayuden a valorar más la maravilla que es la biosfera y lo crucial que es para los seres humanos su conservación y preservación.
Nuestros resultados para Ocean Census, en particular, nos impulsan a publicar un catálogo donde se describan las novedades. En el momento, de describir estas líneas, sabemos que hemos descubierto varias especies nuevas para la ciencia y también géneros, todos ellos son corales. Dentro del grupo de los conocidos “dedos de mar” vamos a describir tres nuevas especies para la isla de Tenerife; entre las gorgonias, describimos tres nuevas especies relacionadas con el trabajo publicado previamente en 2022, y también otras tres nuevas especies de distintas familias, que nos han posibilitado llegar a entender que hay dos géneros de corales en la Macaronesia que contienen a su vez muchas especies confundidas en su seno (a eso lo llamamos complejo de especies en la ciencia taxonómica); también hay una nueva especie de coral negro y al menos una nuevo coral duro, que posiblemente se trate también de un nuevo género por la gran radiación de esta familia en los mares actuales del planeta, y en esta zona del Atlántico africano. En total se trata por el momento de 10 especies de corales desconocidos para la ciencia, pero cuando podamos revisar una parte del material de la campaña depositado en el MUNA, posiblemente este número aumente.
El Museo del Mar de Ceuta ha sido invitado a participar por la experiencia contrastada en la Macronesia y en especial en los ambientes profundos donde se desarrolló la campaña
Conviene indicar también aquí, que además de los corales, se están describiendo otras muchas especies de grupos diversos: nuevos moluscos descritos por los investigadores Leopoldo Moro y Jesús Ortea; novedosos gusanos planos trabajados por Daniel cuadrado del Museo Nacional de Ciencias Naturales; los investigadores franceses Valentin Foulon y Daniella Zeppelli se encargaron de la microfauna intersticial y Jorge Nuñez, de la Universidad de La Laguna, de los gusanos poliquetos. Keider Neves, joven investigador de las islas de Cabo Verde se ocupó de los crustáceos decápodos con muy buenos resultados.
Todos estos grupos de seres vivos, son importantes para la estabilidad de los ecosistemas, por sus distintas funciones en los hábitats. Los corales son los elementos estructurales, y por lo tanto, son vitales como sustento y refugio para muchos de ellos; y el resto de grupos, conforman variadas maneras de transformar sustancias nutritivas que ponen en circulación para otros grupos de animales, y también forman parte del alimento y sustento de otros muchos, como por ejemplo los peces de los que nos alimentamos.