Obimace. Es la sociedad municipal la que está trabajando en la ampliación de la zona de entrada que desembocan en las vallas para que haya dos filas, una de hombres y otra de mujeres y en la explanada que servirá de área de descanso a los porteadores
Los acuerdos alcanzados entre la Delegación del Gobierno y la Ciudad Autónoma en relación con el ‘Tarajal II’ se están viendo ya sobre el terreno, de cara a la próxima apertura de este nuevo paso de mercancías que se prevé que sea a mediados del presente mes de febrero, aunque tampoco sería nada extraño que se volviera a retrasar hasta que todos los trabajos estén ultimados.
Es la empresa municipal Obimace la que está realizando una doble función: por un lado, en los canales de acceso que tendrán los porteadores en un futuro hasta que lleguen hasta el propio nuevo paso y luego, en uno de los dos solares que la Ciudad quiere disponer para construir allí zonas de descanso para estos ciudadanos marroquíes, uno para hombre y otro para mujeres.
Sobre las vías de acceso hasta donde se encuentran las vallas que permitirán formar las filas, Obimace por un lado está nivelando el terreno con la intención de que sea completamente recto, ya que hasta ahora existían dos alturas y ello, en un momento, de aglomeración hubiera podido producir algún tipo de tapón por alguna más que probable caída, dado los bultos que llevan los porteadores a sus espaldas. Además, se han respuesto varias vallas del último tramo, debido a que las mismas durante estos diez meses que llevaban instaladas habían sido sustraídas, al igual que los tapones de los tubos cilíndricos que cerraban los mismos para que nadie se pudiera cortar. Y el tercer objetivo de las obras es ampliar la entrada de porteadores. Según explican responsables de Obimace, estaba diseñado un canal de entrada de los porteadores hacia Ceuta a través del Tarajal II (recordemos que el objetivo es que estos ciudadanos marroquíes ya no penetren a través del paso fronterizo clásico) y luego otro de salida. Pues bien, el de salida se ampliará para que se forme una cola de hombre y otra de mujeres.
En cuanto el solar, es cierto que el mismo presenta un aspecto mucho más digno que el que tenía hace un par de semanas, cuando los operarios de Obimace comenzaron con la limpieza del mismo. Este es propiedad de la empresa Jomasa y se quiere utilizar el mismo para una zona de área de descanso para los porteadores, antes de que los mismos ya puedan entrar en la cola que da acceso al Tarajal II.
En estos quince días han sacado de allí toneladas de basura orgánica, maderas, chatarra. Residuos que además tenían que ir seleccionándolo para trasladarlo al vertedero de inertes. En estos momentos, se está a la espera de que se pueda nivelar y luego hormigonear. Allí se quiere contar con servicios que hagan menos dura la espera e igualmente toldos que permita la sombra, de manera principal en la época de verano y que no suceda lo mismo que el año pasado cuando debían permanecer horas y horas en la playa del Tarajal a pleno sol. Unas obras que, por supuesto, todavía tienen un tiempo por delante para que queden perfectamente ultimadas.