Las obras del complejo deportivo de Juan XXIII están a punto de finalizarse. Los operarios se centran en los últimos detalles, antes de que estas nuevas instalaciones sean entregadas a todos los vecinos del barrio de Ceuta
A parte de los últimos retoques, las obras están a la espera de recibir el informe favorable por parte de los técnicos de la Ciudad. Ese trámite que afirme que todo está como se esperaba, para que se estampe una firma y los vecinos puedan disfrutar de unas instalaciones acordes a sus necesidades.
En estas nuevas infraestructuras se contará con vestuarios tanto para los equipos como para los árbitros. Uno de los módulos funcionará como local social, recinto que llevan reclamando desde hace años los vecinos y que a pesar de las promesas del Gobierno nunca se cumplía.
La superficie sobre la que se ha actuado abarca un total de 1.850 metros cuadrados y el objetivo de este proyecto es claro: impulsar la práctica de actividades lúdicas-deportivas entre la población. Una meta que se consigue a través del fomento de las relaciones sociales, entre otras.
Como dato importante, ya fue colocado el césped artificial en su totalidad en el campo de fútbol 5 y se pintaron todas las líneas del terreno de juego. Además en los últimos días se colocaron las dos porterías.
Los operarios, con ayuda de una grúa, han estado colocando las redes detrás de las porterías. Ese espacio se utilizará para evitar que los balones se salgan fuera del recinto, una vez se abran las instalaciones y se puedan disputar los encuentros.
De la misma forma, se contará con dos accesos, uno peatonal y otro para vehículos en donde se dispondrá de 7 plazas para turismos y una adaptada.
Además, ya se ha colocado toda la parte eléctrica que proporcionará la iluminación adecuada a las instalaciones.
No solo se ha pensado en la facilidad de acceso sino también en la garantía de seguridad, por lo que se ha perimetrado toda la zona y se colocarán redes para balones debido a la proximidad de la infraestructura con la carretera.
El contar con otras instalaciones deportivas en la ciudad es vital para el crecimiento de los jóvenes ceutíes además de que en este caso se cumple con una aspiración vecinal.
Una obra que se ejecuta tras años de espera
En la memoria se ha tenido en cuenta el cumplimiento de un compromiso medioambiental desde la fase de redacción del proyecto hasta la ejecución y uso a través de la replantación de diferentes especies vegetales que ofrecerán una diversidad ambiental así como la generación de energías renovables por medio de la instalación de paneles fotovoltaicos.
No solo se ha pensado en la facilidad de acceso sino también en la garantía de seguridad, por lo que en el proyecto figura la perimetración de toda la zona y la colocación de redes parabalones debido a la proximidad de la infraestructura a la carretera.
Este plan es mucho más ajustado económicamente a una realidad que ha cambiado después de que se aspirara a un proyecto que conllevaría una inversión de más de 3 millones.
La proximidad del renovado pabellón Díaz Flor abortó cualquier pretensión mayor, apostándose por este proyecto final del que solo queda los últimos retoques para que sea una realidad.
Objetivo
El objetivo que perseguía el Ejecutivo local no era otro que terminar unas instalaciones que han estado durante años paralizadas y que exigían los vecinos con insistencia.
Porterías
Las porterías fueron colocadas la semana pasada, mobiliario al que se añadió el sistema de regadío con el que contará el terreno de juego para evitar las altas temperaturas. Unas instalaciones acordes para disputar encuentros de fútbol 5 debido a su tamaño.
Local social
Una de las demandas de los vecinos era el local social. Llevaban años sin ese espacio en donde poder reunirse y, por ejemplo, ensayar para participar en el concurso de coro que se celebra en el mes de Navidad.