Cuando alguien tiene claro desde pequeño cuál es su sueño o qué quiere ser de mayor lucha hasta conseguirlo. Eso le pasó a la ceutí Cristina Navarro, quien se adentró en el mundo del arte, de la pintura, con tan solo siete años y ahora expone en una galería de arte en Milán.
Sin embargo, pese a que sus obras se reconocen en muchas salas de exposiciones, a esta caballa le queda un asunto pendiente: exponer en su ciudad. “Tengo debilidad por mi tierra. Mi pena es que no he podido exponer en Ceuta”, señaló.
Cuando Navarro descubrió la pintura no imaginó que expondría en una sala italiana, puesto que ella decía “que iba a ser profesora de dibujo”, indicó. En el instituto ya empezó a jugar con los colores y los lienzos y a plasmar sus emociones. Estando en 1º de bachillerato recibió clases particulares, cuando lo normal era hacerlo a partir de 3º. “Me ofrecieron participar porque verían que pintaba y acepté”, contó.
Con tan solo 15 años, tuvo que abandonar su ciudad e instalarse con su familia en Valencia, donde pudo estudiar Bellas Artes. “La verdad es que tuve suerte de ir a esa ciudad”, comentó. Siguió estudiando y formándose como pintora, creando su propio estilo. “Mi pintura es personal, pero transmito a través de los símbolos”, explicó. Además de expresarse a través de símbolos, Navarro utiliza los colores. “Mi colorido nunca ha correspondido con el de mi entorno, pero expresaba con ellos las emociones. Según me siento, uso los colores”, señaló.
Algo característico de su obra es el uso del azul, aunque el granate o el dorado también han formado parte de sus composiciones. La obra que presenta en Milán pertenece a la serie ‘Destellos de porvenir’, la cuál pintó hace tiempo, pero ahora trae un mensaje de alegría y positivismo para la situación sanitaria en la que nos encontramos.
Navarro cree que su obra se ajusta al tema de la muestra (“Nada es lo que parece”) y está muy contenta de formar parte de ella, puesto que además se trata de la única española.