Obimasa ya ha iniciado las tareas de limpieza en la conocida como plaza de 'El Regajo', que se ubica a la altura de la zona conocida como Canca.
Comenzaron ayer por la tarde, según anunciaba a El Faro el gerente de la empresa municipal, Juan Carlos Lara, y lo hacían en respuesta al malestar de los vecinos de Benítez por el estado de esta zona que hace imposible el baño. Y es que desde hace un mes en que se produjo el último levante, lo que antes era arena, ahora está totalmente cubierto de algas. Esto impide el acceso de los bañistas al agua, ya que tienen que superar varios metros de estos organismos vegetales que han terminado por ocupar gran parte de la playa. "El levante ha dificultado mucho las tareas de saneamiento, y es necesario acometer la limpieza con unas máquinas de cadena porque las de rueda se hunden. Sólo pedimos un poco de paciencia porque estamos actuando en todas las playas", asevera Lara.
La situación se complica con la putrefacción de las algas. "El olor es insoportable, esto es insalubre porque está atrayendo a todo tipo de bichos e insectos", se queja Gema Rodríguez, una de las vecinas.
Aunque dieron aviso del problema, aseguran que no han obtenido respuesta. "Los que han venido, han recogido las algas con las manos, pero lo que tienen que traer son máquinas, porque todas las playas están bien y a esta la tienen abandonada a pesar de que viene mucha gente".
Rodríguez también lamenta la ausencia de sombrillas, cuyo número se ha reducido de las seis del pasado año a las tres de esta temporada. Tampoco disponen de lavapiés ni duchas, "el sitio donde iban colocadas se ha tapado con cemento, o sea que no tienen la más mínima intención de ponernos duchas como en las playas del centro".
Ante la situación de 'El Regajo', los vecinos de Benítez se ven obligados a trasladarse a una cala cercana a la Cepsa. "Ahí está más limpia, pero es muy pequeña y está saturada de bañistas, por lo que pedimos que retiren las algas y saneen la playa al igual que hacen con otras".
Ante las quejas de los vecinos, Lara señala que el número de sombrillas se han colocado en base a las dimensiones de la playa. "Sólo podemos poner una sombrilla cada 20 metros para que las máquinas puedan girar para acometer la limpieza".
Lara confía que en unos días, esta playa pueda estar en las condiciones adecuadas para permitir el baño de los vecinos de Benítez.