El secretario de Política Social del PSOE, Pablo Núñez, llamó ayer de nuevo la atención sobre la situación en la que se encuentra el programa de alojamiento alternativo, del que dijo ya se ha consumido el 75% de la partida prevista para todo el año. Núñez cifró en torno al medio millón de euros el gasto de la Ciudad en alquileres, pensiones y hostales y lamentó que el jefe del Ejecutivo se lo hubiera atribuido entre los méritos referidos en su discurso del Debate del Estado de la Ciudad.
Núñez consideró que la política de alojamiento alternativo es un “fracaso” y que no ha solucionado el problema para las aproximadamente 360 familias que hacen uso de este recurso de los Servicios Sociales, “ya que nos consta de que a veces la permanencia en pensiones se ha prolongado hasta tres años y nos encontramos además con otros problemas, como el de propietarios que no quieren alquilar a estos usuarios de servicios sociales o empresas que sufren situaciones de desamparo porque no se les paga a tiempo o los inquilinos deterioran sus habitaciones”. El dirigente socialista recordó que el anterior Gobierno puso en marcha la construcción de un albergue para transeúntes a través del Plan E, “y ahora se va a destinar a los menores”.
Sin embargo, lo que más preocupa al PSOE “es que se ha implantado la creencia de que todas las personas que entran en este programa terminarán siendo titulares de una vivienda de protección oficial”.
Por todo ello, en el próximo Pleno de la Asamblea el Grupo Socialista solicitará un informe de seguimiento de los casos incluidos en este programa asi como la elaboración de un reglamento que lo regule. “Es nuestro deseo contribuir a algo que está enquistado y que estamos en el mismo punto de partida que cuando se puso en marcha hace unos años y por el que ya han pasado dos consejeras”.