Nuevos enfrentamientos entre encapuchados y agentes de la UIP

De nuevo la barriada del Príncipe Alfonso fue escenario, en la tarde noche de ayer, de varios enfrentamientos entre agentes de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía y jóvenes encapuchados. Las versiones, como viene siendo ya habitual en este tipo de algaradas, fueron enfrentadas.

 Los vecinos denunciaron que "estamos pagando justos por pecadores" al reseñar que fueron víctimas de un lanzamiento indiscriminado de material antidisturbio sin tener nada que ver con el lanzamiento de objetos de todo tipo que se había producido. Lanzamiento a base de piedras, jarrones, vasos de cristal e incluso sacos de cemento que se estaba produciendo desde algunas azoteas de viviendas del barrio. La Policía, por su parte, tildó los hechos de auténtica batalla campal señalando que las agresiones se producían desde distintas viviendas lo que forzó a intervenir de manera contundente y a tener que disparar hacia las azoteas de las casas. Añaden además que el empleo del material antidisturbio se produjo a modo de defensa, tras ser víctimas del lanzamiento y la agresión que se desencadenó cuando estaban realizando labores de control, inspección y documentación dentro de la barriada, como se les tiene encomendado desde el pasado 22 de noviembre cuando comenzaron a llegar a la ciudad las unidades de la UIP.
¿Y quiénes estaban detrás del lanzamiento de este tipo de objetos? Según vecinos del Príncipe con los que 'El Faro' habló ayer en la barriada, quienes los efectúan son "unos niñatos" que "están perjudicando a todo el barrio". Dicen que "no sabemos quiénes son, ni sus propios padres saben que tiran piedras porque se ponen una capucha, se tapan la cara y empiezan a hacer esto", lamentan. Al igual que critican a quienes están provocando estos enfrentamientos continuados con los agentes, y que, insisten, desconocen, también apuntan sus denuncias hacia los agentes de la Policía Nacional porque consideran que meten a todos en el mismo saco.
"Algún día se va a liar una gorda. Hasta que no maten a alguien esto no va a parar. Nunca hemos tenido problemas con la Guardia Civil ni con la UPR, pero esta gente" -en alusión a la UIP- "sube al barrio, se meten en los cafetines sacándonos las porras, y mandan a nuestros niños a que se vayan a sus casas cuando están jugando tranquilos en la calle. Gritan a las mujeres y así no se puede ir porque nosotros somos personas", denuncian.
En la algarada ocurrida ayer al menos una vecina, de unos 30 años y madre de varios niños, resultó herida tras recibir un pelotazo de goma en la frente. Según narró la propia herida, que fue atendida en el Hospital, escuchó "tiros cuando estaba en casa. Había mandado a uno de mis hijos a comprar leche y cereales para cenar. Me asusté y salí a la azotea para gritarle que subiera porque tenía miedo. Cuando me asomé uno de los policías me disparó en la cabeza golpeándose en la frente", recuerda.
Inmediatamente sus familiares se la llevaron al Hospital, sangrando, y allí fue atendida de una brecha en la frente que requirió varios puntos de sutura. Ahora la familia está pensando en denunciar porque, entre otras cosas, dicen que esto quizá ayude a que se frene lo que está sucediendo en la barriada. "Los vecinos están muy indignados, es la gente mayor la que está frenando para que no salgamos todos a la calle, pero ya no se puede más. Nosotros estamos tranquilos, no tenemos nada con que suba la Policía o la Guardia Civil... ¿pues no han estado por aquí todos estos meses?, ¿y ha pasado algo así?", denuncian.
"Lo que no puede ser es que salimos de la mezquita y ya están aquí, se nos acercan con las porras a pedirnos la documentación... que no pasa nada, que se la damos, es nuestra obligación... pero pueden hacerlo de buenas maneras, como lo han hecho siempre otros agentes, como se la pedirían a usted en el centro... pero aquí es distinto", denuncian.
El próximo lunes los vecinos se van a reunir para adoptar una postura unida debido al malestar que hay en el barrio. Un malestar que choca con las versiones oficiales que se dan de los hechos. La Jefatura Superior ha advertido que no dará un paso atrás en el Príncipe, continuando con unas actuaciones que considera que deben darse para garantizar la seguridad en el barrio.
Una visión que choca con lo que, en materia de seguridad, entienden los vecinos. En la barriada existía ayer temor e indignación. No sólo por el choque con las fuerzas de seguridad sino por la existencia de un grupo de jóvenes que se está dedicando a apedrear a las unidades policiales. "Estos no sé qué quieren, están fastidiando el barrio", denunciaba una vecina mientras otro residente tenía que salir corriendo de su propio barrio para coger el coche e ir a trabajar. Ni aun siendo vecino se libraba de las piedras, claro ejemplo de que quienes las lanzan no miran a quien. "Esto es un problema grave", reseñaba. Un adolescente motorista lamentaba lo que estaba pasando "porque también me pueden culpar a mí. Vengo de casa de un amigo, regreso a mi barrio y me encuentro esto... me pueden disparar a mí por culpa de esa gente", lamentaba. La propia Policía situaba varios furgones a la altura de Casas Nuevas para proteger a sus compañeros que, a pie, entraban en la barriada. Sobre las diez de la noche los agentes se retiraban del lugar. La Policía investiga la identidad de los que tiran piedras usando grabaciones.