El Gobierno de la Ciudad volverá a someter a la consideración del Pleno el miércoles de la próxima semana la aprobación provisional del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ceuta, un elemento identificado por todos los agentes como clave para impulsar el desarrollo local.
La Corporación ya cumplió con ese trámite en marzo del año pasado, pero los reparos técnicos expuestos por la Administración General del Estado obligarán a repetirlo.
El contratiempo, siendo importante, no es trascendental habida cuenta de las décadas que la ciudad arrastra con esa cuenta pendiente. Ahora lo más importante es que el expediente prospere con todas las garantías y la administración local ha acertado buscando no solamente el mayor nivel de consenso posible en Ceuta, sino también la complicidad del ministerio competente.
Si los intereses partidistas en vísperas de las elecciones no enturbian la aprobación del documento, como no debería suceder, Ceuta tendría que tener antes de mitad de año una herramienta fundamental para ordenar su futuro a corto y medio plazo con visos de generar crecimiento económico y empleo.
El contenido del expediente debe ser escrutado a fondo por todos los partidos para que su aprobación sea consecuente y siente las bases del proyecto de ciudad que se planea para los próximos años con independencia los cambios que en la gobernanza de la Ciudad puedan traer las próximas elecciones y dar seguridad a los agentes encargados de invertir y apostar por la ciudad con un respeto escrupuloso a los límites establecidos en cuanto al respecto al patrimonio ambiental, histórico y cultural local.